1 de noviembre del Año del Señor
FIESTA DE
TODOS LOS SANTOS
El origen de esta fiesta se remonta al año 610, en que Bonifacio IV dedicó el antiguo Panteón a Santa María y a los Mártires. Más tarde, se extendió a todos los bienaventurados. Levantemos hoy los ojos al cielo para contemplar el deslumbrante cortejo de los que ya triunfaron. De carne y hueso como nosotros, los bienaventurados del cielo, nos invitan a que sigamos sus huellas, para hacernos dignos desde ahora con nuestra vida, pura, mortificada y justa, de vivir entre aquellos a quienes Jesucristo, en el Sermón del monte llamó, con expresión que al mundo parece paradójica, dichosos. Solo así podremos entonar con ellos algún día aquel cántico sublime: «Bendición y gloria y sabiduría y acción de gracias, honor y poderío y fortaleza a nuestro Dios, por siglos infinitos. Amén.»
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