Dicen, con estas palabras S.S. San Pío V dejó cerrado todo cambio, y nadie puede hacerlo bajo ira de Dios:
"Por lo tanto, a nadie se le permite alterar este aviso de Nuestro permiso, estatuto, ordenanza, mandato, precepto, concesión, indulto, declaración, testamento, decreto y prohibición. Sin embargo, si alguien se atreviera a cometer tal acto, debería saber que incurrirá en la ira de Dios Todopoderoso y de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo."
QUO PRIMUM TEMPORE 1570
Dicen, con estas palabras S.S.Pío XII dejó abierto todo cambio, y todos pueden hacerlo, sin la ira de Dios:
"Por lo tanto, que no se permita a nadie debilitar esta página de Nuestra constitución, ordenanza, abrogación, mandamiento, orden vinculante, advertencia, prohibición, precepto y voluntad, o que vaya o ir en contra de ella por una empresa imprudente. Además, si alguien se atreve a intentar esto, que sepa que incurrirá por ello en la ira de Dios Todopoderoso y de los benditos Apóstoles Pedro y Pablo."
VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS 1945