VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

MONS. RAMÓN MARTÍNEZ VIGIL, DISCUSIONES SOBRE EL EVOLUCIONISMO EN 1892

Nota: Cabe señalar que el autor de este blog no suscribe el evolucionismo. No obstante, esto no obsta para defender que la Santa Madre Iglesia siempre ha permitido el debate intelectual, científico y teológico sobre estos temas, siempre dentro de sus límites doctrinales establecidos.

Estas entradas y audios del canal de Youtube, tienen como único propósito defender el Magisterio de Su Santidad Pío XII de las graves acusaciones de los Thucistas, sin querer entrar en el debate sobre el evolucionismo.




En 1892, bajo el pontificado de Su Santidad León XIII, Monseñor Ramón Martínez Vigil, Obispo de Oviedo, publicó un ensayo en dos volúmenes titulado "La Creación, la Redención y la Iglesia ante la ciencia, la crítica y el racionalismo". Esta obra apologética defendía la fe católica y la autoridad de la Iglesia frente a los desafíos del siglo XIX, como los avances científicos, la crítica histórica y el racionalismo.

En su tratado, Monseñor Martínez Vigil citaba a San Agustín y Santo Tomás de Aquino, quienes ya habían explorado ideas que, en cierto modo, prefiguraron el transformismo moderno en sus explicaciones del Génesis. El obispo argumentaba que el transformismo no implicaba necesariamente materialismo o ateísmo, y planteaba la posibilidad de que Dios hubiese infundido el alma del primer hombre en un homínido primitivo, de manera similar a cómo lo hizo en un pedazo de barro o como lo hace diariamente en el feto humano. No obstante, Monseñor Martínez Vigil insistía en que, para abandonar el sentido literal de las Sagradas Escrituras, cualquier hipótesis debía ser bien fundamentada y haber superado un riguroso período de prueba científica, más allá de meras suposiciones.

Este ejemplo demuestra claramente que, medio siglo antes de la encíclica Humani Generis de Su Santidad Pío XII, la Iglesia Católica permitía y participaba en discusiones científicas y teológicas sobre la hipótesis evolucionista, desmintiendo así las afirmaciones de algunos sectarios thucistas/lefebvristas que sostienen lo contrario, acusando a Su Santidad de innovador y hereje por permitir dichas discusiones.

Los herejes y cismáticos Thucistas buscan por todos los medios despojar del papado a Su Santidad Pío XII, como si pudieran, con acusaciones falsas de herejía, pues el Magisterio de Su Santidad Pío XII es el obstáculo que impide sus impías intenciones y actos.

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Mons. Ramón Martínez Vigil O.P.
Dominico, teólogo, filósofo, catedrático
Obispo de Oviedo
1892
El Hombre Según el Transformismo

1. Antropología Transformista

Las huellas más antiguas del hombre aparecen en las formaciones del sistema cuaternario, llamadas antrópicas o diluviales, anteriores a la inundación del tiempo de Noé. ¿Cómo apareció el hombre en ese teatro? La Biblia nos dice que por un acto de la divina voluntad: la ciencia atestigua su aparición súbita, y declara que carece de medios puramente científicos para determinar el cómo de esa aparición.

Mas interviene la antropología transformista, el monismo principalmente, suponiendo que el primer hombre tuvo padres, ya que todos los seres vivientes son el resultado de una evolución ascensional que desde la monera, organismo sin órganos, o desde las formas primitivas, llega hasta el primer hombre, mediante una serie de transformaciones específicas, de suaves transiciones efectuadas en un lapso incalculable de tiempo.

El pensamiento no es absolutamente original, pues había sido formulado por Empédocles y por Aristóteles en la antigüedad, y por San Agustín y Santo Tomás en sus explicaciones del primer capítulo del Génesis; pero el desarrollo científico y la boga que alcanzó en nuestros días, debidos son a las pacientes indagaciones de Lamarck, Darwin, Wallace, Huxley, Lyell, Haeckel y otros naturalistas contemporáneos.

2. El Transformismo no Incluye Necesariamente el Materialismo ateo

El transformismo no incluye necesariamente el materialismo ni el ateísmo, ya porque la producción del primer organismo reclama perentoriamente la intervención de un Dios personal, y ya también porque el Señor pudo infundir el alma del primer hombre en un piteco (un ser similar al mono o a un homínido primitivo), como la infundió en un pedazo de barro amasado, y como diariamente la infunde en el feto humano, que se forma en el seno materno.

Por eso Miwart, Philippi, Langel, Janet, Gaudry, Broun, y últimamente el P. Leroy, han creído que se podía aceptar la teoría darwiniana de la descendencia del hombre sin violentar el sentido del Génesis, aunque apartándose, como es manifiesto, de la interpretación literal del texto.

Mas aquí no se trata de indagar lo que Dios puede hacer, ni tampoco de probar que las especies orgánicas pudieran muy bien, salva su esencia y sus propiedades más salientes, desarrollarse de tal o cual manera; la ciencia ha de buscar lo que Dios hizo, partiendo de los hechos actuales, reales, no hipotéticos, que sean el hilo de Ariadna en la indagación de las causas.

Para abandonar el sentido literal, comúnmente aceptado en la serie de los siglos y por las eminencias del saber, han de presentarse, si no demostraciones científicas, hipótesis racionales y fundadas, que hayan salido del período de prueba y hecho su entrada solemne en el dominio de la ciencia, y ya veremos que no reúne estas condiciones la hipótesis transformista.

*Nota: La referencia a "Véase a Santo Tomás II de los Físicos, de Aristóteles, lec. XII, y también la Suma, y la obra De Genesi ad litteram, de San Agustín" se mantuvo en una línea aparte como en el original, ya que parece ser una nota al pie o una cita bibliográfica.



La Creación, la Redencion y la Iglesia ante la ciencia, la critica y del racionalismo, 1
Tomo 1
De Ramón Martínez Vigil, Obispo de Oviedo · 1892

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