Estas entradas y audios del canal de Youtube, tienen como único propósito defender el Magisterio de Su Santidad Pío XII de las graves acusaciones de los Thucistas, sin querer entrar en el debate sobre el evolucionismo.
1. Antropología Transformista
Las huellas más antiguas del hombre aparecen en las formaciones del sistema cuaternario, llamadas antrópicas o diluviales, anteriores a la inundación del tiempo de Noé. ¿Cómo apareció el hombre en ese teatro? La Biblia nos dice que por un acto de la divina voluntad: la ciencia atestigua su aparición súbita, y declara que carece de medios puramente científicos para determinar el cómo de esa aparición.Mas interviene la antropología transformista, el monismo principalmente, suponiendo que el primer hombre tuvo padres, ya que todos los seres vivientes son el resultado de una evolución ascensional que desde la monera, organismo sin órganos, o desde las formas primitivas, llega hasta el primer hombre, mediante una serie de transformaciones específicas, de suaves transiciones efectuadas en un lapso incalculable de tiempo.
El pensamiento no es absolutamente original, pues había sido formulado por Empédocles y por Aristóteles en la antigüedad, y por San Agustín y Santo Tomás en sus explicaciones del primer capítulo del Génesis; pero el desarrollo científico y la boga que alcanzó en nuestros días, debidos son a las pacientes indagaciones de Lamarck, Darwin, Wallace, Huxley, Lyell, Haeckel y otros naturalistas contemporáneos.
2. El Transformismo no Incluye Necesariamente el Materialismo ateo
El transformismo no incluye necesariamente el materialismo ni el ateísmo, ya porque la producción del primer organismo reclama perentoriamente la intervención de un Dios personal, y ya también porque el Señor pudo infundir el alma del primer hombre en un piteco (un ser similar al mono o a un homínido primitivo), como la infundió en un pedazo de barro amasado, y como diariamente la infunde en el feto humano, que se forma en el seno materno.
Por eso Miwart, Philippi, Langel, Janet, Gaudry, Broun, y últimamente el P. Leroy, han creído que se podía aceptar la teoría darwiniana de la descendencia del hombre sin violentar el sentido del Génesis, aunque apartándose, como es manifiesto, de la interpretación literal del texto.
Mas aquí no se trata de indagar lo que Dios puede hacer, ni tampoco de probar que las especies orgánicas pudieran muy bien, salva su esencia y sus propiedades más salientes, desarrollarse de tal o cual manera; la ciencia ha de buscar lo que Dios hizo, partiendo de los hechos actuales, reales, no hipotéticos, que sean el hilo de Ariadna en la indagación de las causas.
Para abandonar el sentido literal, comúnmente aceptado en la serie de los siglos y por las eminencias del saber, han de presentarse, si no demostraciones científicas, hipótesis racionales y fundadas, que hayan salido del período de prueba y hecho su entrada solemne en el dominio de la ciencia, y ya veremos que no reúne estas condiciones la hipótesis transformista.
*Nota: La referencia a "Véase a Santo Tomás II de los Físicos, de Aristóteles, lec. XII, y también la Suma, y la obra De Genesi ad litteram, de San Agustín" se mantuvo en una línea aparte como en el original, ya que parece ser una nota al pie o una cita bibliográfica.
