VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

LOS ROMANOS PONTÍFICES POR DERECHO DIVINO QUE LES COMPETE DE INSTITUIRLOS Y ERIGIRLAS O DEMARCARLAS POR SÍ SOLOS Y CON TOTAL INDEPENDENCIA , PRACTICÁNDOLO EN TODO TIEMPO.


Muertos los apóstoles y acabada con su vida la potestad extraordinaria de erigir iglesias , los vicarios de Jesucristo crearon metropolitanos antes que se reuniera ningún concilio general ; a ellos dieron facultad sobre los obispos de su arquidiócesis , potestad que no podían recibir de los mismos obispos existentes por ser todos iguales , ni de los futuros que no existían ; les dieron facultad de instituir nuevos obispos y demarcarles la diócesis que habían de gobernar , facultad que podían ejercer o por sí solos , o con la intervención de sus obispos, en concilio ; PERO SIN PRIVARSE LOS ROMANOS PONTÍFICES DEL DERECHO DIVINO QUE LES COMPETE DE INSTITUIRLOS Y ERIGIRLAS O DEMARCARLAS POR SÍ SOLOS Y CON TOTAL INDEPENDENCIA , PRACTICÁNDOLO EN TODO TIEMPO , como hemos probado y probaremos en otra parte , y como consta de innumerables ejemplos que citan los historiadores. Esta disciplina fue aprobada por los concilios generales que se celebraron desde el siglo iv ; pero después por los grandes inconvenientes que se seguían de que los metropolitanos y los concilios particulares erigiesen ', demarcasen, desmembrasen o uņiesen los obispados , se fué devolviendo dicha potestad a su origen , sin que se lo reservase los romanos pontífices , sino por el mismo trascurso de las cosas y por la práctica de los mismos obispos , concilios particulares y aun de los príncipes , que todos acudían a la Santa Sede a tal efecto : basta que los mismos romanos pontífices se reservaron expresa y exclusivamente tal atribución , aprobándola también los concilios generales posteriores. De aquí es que el pontífice S. Gregorio el Grande ya en el siglo VI escribiendo sobre el particular a Domingo obispo de Cartago , le decía , que se llenaba de una alegría inefable porque recurría a la SILLA DE PEDRO COMO A LA FUENTE DEL EPISCOPADO de la cual se había extendido a toda la Africa...


 Reverendo Fray Pedro Gual

El Equilibrio Entre Las Dos Potestades.

Tomo III

Página 52