Pues si bien es verdad que sus artículos únicamente versan sobre materias de disciplina, no es menos cierto que es un dogma de fe la competencia exclusiva de la potestad de la Iglesia para el arreglo de su disciplina; porque a solos los Pastores de ella, a solos los Obispos (legítimos) es a quienes el Espíritu Santo puso para gobernar la Iglesia de Dios, conforme a la expresión de san Pablo;
Y OTRO DOGMA DE FE ES, QUE NO HAY NI PUEDE HABER EN LA IGLESIA POTESTAD NI JURISDICCIÓN ALGUNA QUE NO DEPENDA Y ESTÉ SUBORDINADA AL VICARIO DE JESUCRISTO EN LA TIERRA, AL SUCESOR DE SAN PEDRO
porque a este Apóstol es únicamente a quien el divino Legislador dio las llaves del reino de los cielos, el único a quien puso por piedra fundamental del edificio de su Iglesia, el único a quien encomendó el cuidado de confirmar a sus hermanos, y el único en fin a quien constituyó Pastor universal de sus corderos y ovejas, con el cargo y poder de conducir todo su rebaño.
La Iglesia de Pedro o su cátedra de Roma, es por esto la primada, la matriz, la madre y maestra de todas las demás Iglesias, como la apellida la voz unánime de los antiguos Concilios y santos Padres: ella es el centro de la unidad católica, y como el tronco de donde han de partir y en que se han de reunir los varios y multiplicados ramos de este frondoso árbol, destinado a ocupar toda la tierra: en ella existe la plenitud y principado de la potestad eclesiástica, según la frase de los Concilios generales IV de Letrán, II de Lyon, y el Florentino; y de ella, como de fuente, se deriva a las demás, conforme a la célebre expresión de san Cipriano, que llama a la Iglesia romana "origen y matriz de la Iglesia universal, de donde por la sucesión alternada de los tiempos va dimanando y derivándose la ordenación de los Obispos y todo el orden y gobierno de la Iglesia."
LA VOZ DE LA RELIGIÓN
TOMO III
TOMO III
1838
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