Lógicas de la Anomia:
- Romper con el ayuno por enfermedad*** (y cuestiones similares), equivale a romper con el Magisterio, el Código de Derecho Canónico, la Disciplina, y el Papado; convertir a intrusos, cismáticos, en jerarquía Católica, funcionar sin Pedro y contra Pedro, usurpando los poderes y jurisdicción del Papa, y que comulguemos con ruedas de molino.
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Según esta interpretación de los intrusos e inválidos (interpretación para justificar las infamias e ilegalidades que saben que tienen), bien podría tomarse que el Conciliábulo es lícito, la Gran Apostasía es lícita, y el Anticristo/s es Papa, ya que su interpretación de "por razón de necesidad lo ilícito se hace lícito", y que mayor autoridad que la de muchos de estos participantes del Conciliábulo que sí eran Obispos Católicos válidos y lícitos, y no aquella de esos intrusos, ilícitos e inválidos de la década de los 80, si se pudiera elegir sobre dichas infamias, que no se puede.
Recordemos como Roncalli abrió "solemnemente" el Conciliábulo, apelando a la NECESIDAD de actualizaciones (NOVEDADES) y de quitar la severidad de la Iglesia (DISCIPLINA Y MORAL) por la misericordia (ANOMIA), para las actuales aspiraciones y NECESIDAD de los diversos pueblos (PAGANIZACIÓN EPICÚREA):
"Iluminada la Iglesia por la luz de este Concilio —tal es Nuestra firme esperanza— crecerá en espirituales riquezas y, al sacar de ellas fuerza para nuevas energías, mirará intrépida a lo futuro. En efecto; con oportunas "actualizaciones" y con un prudente ordenamiento de mutua colaboración, la Iglesia hará que los hombres, las familias, los pueblos vuelvan realmente su espíritu hacia las cosas celestiales."
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"Siempre la Iglesia se opuso a estos errores. Frecuentemente los condenó con la mayor severidad. En nuestro tiempo, sin embargo, la Esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia más que la de la severidad. Ella quiere venir al encuentro de las necesidades actuales, mostrando la validez de su doctrina más bien que renovando condenas.
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En tal estado de cosas, la Iglesia Católica, al elevar por medio de este Concilio Ecuménico la antorcha de la verdad religiosa, quiere mostrarse madre amable de todos, benigna, paciente, llena de misericordia y de bondad para con los hijos separados de ella. Así como Pedro un día, al pobre que le pedía limosna, dice ahora ella al género humano oprimido por tantas dificultades: "No tengo oro ni plata, pero te doy lo que tengo. En nombre de Jesús de Nazaret, levántate y anda".
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Además de que ella, valiéndose de sus hijos, extiende por doquier la amplitud de la caridad cristiana, que más que ninguna otra cosa contribuye a arrancar los gérmenes de la discordia y, con mayor eficacia que otro medio alguno, fomenta la concordia, la justa paz y la unión fraternal de todos.
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Cielo y tierra, puede decirse, se unen en la celebración del Concilio: los Santos del Cielo, para proteger nuestro trabajo; los fieles de la tierra, continuando en su oración al Señor; y vosotros, secundando las inspiraciones del Espíritu Santo, para lograr que el común trabajo corresponda a las actuales aspiraciones y necesidades de los diversos pueblos. Todo esto pide de vosotros serenidad de ánimo, concordia fraternal, moderación en los proyectos, dignidad en las discusiones y prudencia en las deliberaciones."
APERTURA DEL CONCILIÁBULO VATICANO II
jueves 11 de octubre de 1962
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S.S. Gregorio IX:
CAP. IV: Propter necessitatem illicitum efficitur licitum.
CAP. IV: Por razón de necesidad lo ilícito se hace lícito
Quod non est licitum lege, necessitas facit licitum. Nam et sabbatum custodiri praeceptum est; Maccabaei tamen sine culpa sua in sabbato pugnabant; sic et hodie, si quis ieiunium fregerit aegrotus, reus voti non habetur.
Lo que no es lícito por la ley, la necesidad lo hace lícito. Porque también se manda guardar el día de reposo; Los macabeos, sin embargo, lucharon en sábado por causas ajenas a ellos; así que incluso hoy, si alguien rompe el ayuno cuando está enfermo, no es culpable del voto.
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Según esta nueva lógica de la Anomia, todas las operaciones sacrílegas del pseudo clero tradicionalista estarían "justificadas" por el falso recurso de que la necesidad no conoce ley que la detenga, lo cual es muy grave y una blasfemia, pues equivale a darle la razón al impío Caifás cuando profetizó contra sí mismo al decir que convenía que N.S.J.C. muriera antes que pereciera todo el pueblo de Israel. Esos falsos profetas intrusos y sectarios atropellan con todo, desprecian a la Divina Majestad, al Papado y su Magisterio, al CIC y la Disciplina, y además tienen la soberbia y la desfachatez de escudarse en el error común y otros subterfugios para justificar su intolerable desobediencia y rebeldía. Dios nos libre de volver a caer en las garras de esos insensatos sectarios.
LES RECORDAMOS A S.S. PÍO VI EN 1791 (obviando las miles de citas que los podríamos poner)
"...prohibimos severamente a los mal elegidos e ilícitamente consagrados, asumir la jurisdicción episcopal ya que nunca la han recibido. Tampoco deben nombrar, para la cura de almas y la administración de los sacramentos, BAJO NINGÚN PRETEXTO DE NECESIDAD."
Pío VI, Charitas, 1791
