"El primer paso hacia la inocencia es ODIAR LO QUE DEBE SER CENSURADO; pero es importante para la verdad, mi señor hijo, y PARA LA DOCTRINA CATÓLICA QUE ODIES TAMBIÉN A SUS SEGUIDORES Y SOCIOS, cuyos jefes juzgas dignos de ser maldecidos…
Es necesario que quien odia a esos hombres individualmente, uno por uno, POR SUS ACTOS DE IMPIEDAD, odie a Acacio en ellos y no los ame a todos en Acacio. A través de él, el fermento del error indecible creció en las iglesias orientales."
Es necesario que quien odia a esos hombres individualmente, uno por uno, POR SUS ACTOS DE IMPIEDAD, odie a Acacio en ellos y no los ame a todos en Acacio. A través de él, el fermento del error indecible creció en las iglesias orientales."
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