Vagans Lefebvrista:
- ¡No, no me someto! No me someto a los Thucistas porque no los reconozco, son inválidos, ilegítimos, todos sus actos son nulos y sin efecto, profanaciones.
Telepredicador de la Anomia:
- He aquí un Santo, un Santo de espaldas anchas y gran sabiduría como el sabio pagano Platón, un Santo en cuya espalda como el dios pagano Atlas lleva todo el peso del mundo, un titán, este Santo lleva todo el peso del mundo, del mundo Cristianísimo.
Gracias mi queridisimo Santo de espaldas anchas por tu impresionante claridad, tus palabras iluminan mi intelecto, cuanta sabiduría reunida en tan ancha espalda.
Nosotros:
- Los Thucistas son inválidos e ilegítimos, intrusos que no han entrado por la puerta del Redil, todos sus actos son nulos y sin efecto, profanaciones.
Telepredicador de la Anomia:
- Herejes, sofistas refinados, cismáticos, engañadores, lobos rapaces, serpientes, como podéis decir eso del Thucismo, única y verdadera Iglesia del Primer Milenio Contradictorio. Cómo puede decir esto de Pierre-Martin Ngo-Dinh-Thuc que como San Eusebio de Samosata luchó contra la herejía, y consagró a 5 jansenistas Veterocatólicos y a cinco paisanos palmarianos y defendió que la consagración de Marcel Lefebvre fue nula y le envió desde Rochester, New York, una carta al mismo Lefebvre para consagrarlo sub conditione, cuestión que Lefebvre ignoró impidiendo que pudiera ordenar a sus seminaristas, como la misma carta indica, como os atrevéis, rapaces, leones rugientes, herejes.
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