VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

CUESTIONAMIENTO 28 A THUCISTA

 Por José Augusto Ceccarelli




Mons. Lhuctero
Pierre Martin Ngó-dinh-Thuc


CUESTIONAMIENTO 28: Sobre todo no defender la herejía "Home-aloner " o sedefinismo que dice que la iglesia fue vencida y quedó vacía en su jurisdicción apostólica haciendo a Cristo un mentiroso, pues él prometió a sus apóstoles que NO SERÍA VENCIDA y que estaría CON SUS apóstoles hasta el fin de los tiempos y por supuesto que la iglesia montiniana surgida del Concilio Vaticano II NO es la iglesia católica mencionada en el credo de los apóstoles.

RESPUESTA: Ni la Santa Iglesia está vencida, ni la verdad de la fe católica derogada. En cambio, son ustedes, enemigos de la Sede Apostólica, lenguas pérfidas del hades, quienes dejan a la Iglesia sin su incólume Fundamento, prescindiendo del mismo, renegando de sus divinos decretos, imprecando la Autoridad Divina y Plena del Romano Pontífice [1] como si fuera un mero poder humano que requiere ser ajustado a los tiempos. ¡Nada más sedicioso, herético y cismático!
Pretenden acomodar la verdad de la fe y sus anatemas para investir, a sus falsos sotanados y mitrados, de aquel poder que no disponen y usurpan sacrílegamente.
Quieran o no, LA JURISDICCIÓN LLEGA A LOS OBISPOS SÓLO A TRAVÉS DEL ROMANO PONTÍFICE [2], y quien afirme lo contrario o estime que igualmente sin jurisdicción tienen poder de magisterio o son ministros legítimos de los sacramentos, ese es un hereje, y está anatemizado tanto por Trento [3] como por Su Santidad Pío XII, al que resisten obstinadamente por ser este mismo Pontífice quien dictó sentencia definitiva contra sus intentos de consagraciones episcopales durante la vacancia de la sede [4], usurpando facultades que SOLO PEDRO PUEDE CONCEDER, no sus númerosos mitrados, separadas y dispersados al estilo auto-cefálico de los hijos de Focio, o de la peste veterocatólica con quienes tienen lazos en su impostura y desprecio a la Disciplina del Papa [5]. No es casualidad que el ultramodernista de Thuc, padre de sus falsos pastores, haya colaborado con semejante peste.
La promesa de Nuestro Señor Jesucristo es clara, siendo que quienes no pueden ser vencidos, es decir, sobre quienes recae la promesa por ser una misma cosa, SON PEDRO Y SU IGLESIA [6], pero ustedes, embebidos del non serviam luciferino, hacen ajeno a Pedro de las promesas divinas. ¡Son ustedes, predicadores del desacato, quienes le tildan de mentiroso a Nuestro Señor Jesucristo! Como si la fe y la autoridad del Príncipe Apostólico —que ocupa el lugar de Cristo en la tierra—, se hubiera frustrado en sus decretos y condenas, cuando es justamente en ellas donde se apoya toda la mole de nuestra Augusta Religión.
De nuestras miserables personas pueden decir lo que quieran, catalogarnos con el anglicismo que acostumbran o cualesquieran a fin a esa lengua barbárica, al fin y al cabo, somos un manojo de polvo; pero a la Autoridad del Pastor Supremo no se la desoye, se le acata y se baja la cabeza. Si no nos quieren escuchar, presten atención a la Boca Divina de Pedro [7], que sobre sus sentencias nada se interpone.
 
[1] SU SANTIDAD PÍO IX, Quartus Supra.

[2] SU SANTIDAD PÍO XII, Ad Apostolorum Príncipis.

[3] SACROSANTO CONCILIO DE TRENTO, Can. VII y VIII, Ses. XXIII.

[4] SU SANTIDAD PÍO XII, Vacantis Apostolicæ Sedis, Constitución Apostólica para tiempos de sedevacante.

[5] SU SANTIDAD PÍO IX, Constitución Dogmática Pastor Æternus, Concilio Vaticano.

[6] «El verdadero poder de que hablamos está declarado y afirmado con estas palabras: “Y LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA”.
“¿Qué es decir contra ella? ¿Es contra la piedra sobre la que Jesucristo edificó su Iglesia? ¿Es contra la Iglesia? La frase resulta ambigua. ¿Será para significar que la piedra y la Iglesia no SON sino UNA MISMA COSA? SÍ; ESO ES, a lo que creo, la verdad; PUES LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECERÁN NI CONTRA LA PIEDRA SOBRE LA QUE JESUCRISTO FUNDÓ LA IGLESIA, NI CONTRA LA IGLESIA MISMA”. He aquí el alcance de esta divina palabra: LA IGLESIA APOYADA EN PEDRO, CUALQUIERA QUE SEA LA HABILIDAD QUE DESPLIEGUEN SUS ENEMIGOS, NO PODRÁ SUCUMBIR JAMÁS NI DESFALLECER EN LO MÁS MÍNIMO.
“Siendo la Iglesia el edificio de Cristo, quien sabiamente ha edificado su casa sobre piedra, no puede estar sometida a LAS PUERTAS DEL INFIERNO; ÉSTAS PUEDEN PREVALECER CONTRA QUIEN SE ENCUENTRE FUERA DE LA PIEDRA, fuera de la Iglesia, pero SON IMPOTENTES CONTRA ÉSTA”. Si DIOS HA CONFIADO SU IGLESIA A PEDRO, ha sido con el fin de que ese sostén invisible la conserve siempre en toda su integridad. La ha investido de la autoridad, porque para sostener real y eficazmente una sociedad humana, EL DERECHO DE MANDAR ES INDISPENSABLE A QUIEN LA SOSTIENE.»
— SU SANTIDAD LEÓN XIII, Satis Cognitum

[7] SU SANTIDAD BONIFACIO VIII, Unam Sanctam.

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