1 de Mayo del Año del Señor
SAN JOSÉ OBRERO
S.S. Pío XII
Discurso a más de 150.000 trabajadores congregados en la Plaza de San Pedro
(Extracto)
(Extracto)
L'Osserv. Rom., 2-3-V-55;
A.A.S., vol. 47. página 402.
A.A.S., vol. 47. página 402.
Aquí, en este día 1 de mayo, que el mundo del trabajo se ha adjudicado como fiesta propia, Nos, Vicario de Jesucristo, queremos afirmar de nuevo solemnemente este deber y compromiso con la intención de que todos reconozcan la dignidad del trabajo y que ella inspire la vida sorepartición de derechos y de deberes.
Tomado en este sentido por los obreros cristianos el 1 de mayo, recibiendo así, en cierto modo, su consagración cristiana, lejos de ser fomento de discordias, de odios y de violencias, es y será una invitación constante a la sociedad moderna a completar lo que aun falta a la paz social. Fiesta cristiana, por tanto, es decir, día de júbilo para el triunfo concreto y progresivo de los ideales cristianos de la gran famiila del trabajo.
A fin de que os quede grabado este significado, y en cierta manera para corresponder inmediatamente a los numerosos y preciosos dones que nos habéis traído de todas las regiones de Italia, nos place anunciaros Nuestra determinación de instituir, como de hecho lo hacemos, la fiesta litúrgica de San José Obrero, señalando para ella precisamente el día 1 de mayo. ¿Os agrada, amados obreros, este Nuestro don? nos seguros que si, porque el humilde obrero de Nazareth no sólo encarna delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual.. sino que es también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias.
Con este deseo en los labios y en el corazón, amados hijos, y con la certeza de que recordaréis este día tan lleno de santos propósitos, tan espléndido de buenas esperanzas y tan prometedor por todo lo que se ha realizado, invocamos del Altísimo las mejores bendiciones sobre vosotros, sobre vuestros parientes, sobre los enfermos de los hospitales y sanatorios, sobre los campos y los talleres, sobre vuestras A. C. L. I. y su grande y noble actividad, sobre los patronos, sobre la amada Italia, sobre el mundo todo del trabajo, a Nos siempre tan querido.
Descienda del cielo sobre la tierra, trabajada y hecha fecunda por vosotros, obedeciendo al primitivo precepto divino, Nuestra paternal Bendición Apostólica.
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1 de Mayo del Año del Señor
SANTOS FELIPE Y
SANTIAGO EL MENOR,
Apóstoles
A vosotros os he llamado amigos; porque os he hecho
saber cuanto oí de mi Padre.
(Juan, 15, 15).
Tanto San Felipe cuanto Santiago tuvieron el honor de ser apóstoles de Jesucristo, de predicar su Evangelio y de morir por la fe. Felipe fue quien llevó a Natanael a Jesucristo. Después de la Ascensión trasladóse a Escitia, donde fue crucificado después de haber convertido a gran número de bárbaros.
Santiago, primo del Señor, fue tan venerado entre los judíos, que se tenían éstos por dichosos con sólo tocar el borde de su manto. Fue precipitado desde lo alto del templo de Jerusalén porque predicaba a Jesucristo.
ORACIÓN
Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo en la festividad de San Felipe y Santiago, vuestros Apóstoles, haced, os lo suplicamos, que al mismo tiempo que nos regocijamos con sus méritos aprovechemos sus ejemplos. Por J. C. N. S. Amén.
MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA
DE LOS APÓSTOLES FELIPE y SANTIAGO
I. Estos santos tuvieron el honor de ser llama dos al apostolado, de predicar el Evangelio y derramar su sangre por Jesucristo. Obedecieron al llamado de Dios, correspondieron a sus gracias e imitaron los padecimientos de su Maestro. Dios te llama a ti desde hace tiempo, oyes su voz y, sin embargo, no le obedeces. Muchas ocasiones te proporciona de trabajar y de sufrir por Él, ¿cómo las aprovechas? Si los bienaventurados pudiesen en el cielo tener algún pesar, provendría de haber perdido muchas ocasiones de acrecentar su corona sufriendo por Jesucristo.
II. Apenas convertido San Felipe, ya quiso hacer participar a Natanael de su dicha llevándole a Jesús. ¿Puedes de algún modo trabajar tú en la salvación a el prójimo? Hazlo. Comparte con tus amigos, tus parientes y domésticos, los buenos sentimientos que Dios te inspira. ¿No es acaso lo contrario de lo que haces? ¿No escandalizas a tu prójimo con tus palabras y tu mala vida?
III. Santiago era tenido por santo aun por aquellos mismos que lo mataron; sus oraciones, su austeridad, su modestia, y tantas otras virtudes le valieron el sobrenombre de Justo. ¿De qué estima gozas tú ante los hombres? ¿Qué se dice de ti? Pregúntalo a tus amigos; oye aun lo que te reprochan tus enemigos, para corregirte. Mas, antes que nada, considera cuál es tu situación al respecto frente a Dios. Si los hombres no te condenan, tal vez lo hace tu con ciencia, porque nadie puede huir de sí mismo. (San Bernardo).
Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.