LA PALOMA, NUNCIO DE LA ELECCION DE PIO IX
Muchos, y tan diferentes como autorizados, son los pronósticos que precedieron a la proclamación de Pio IX unánime como entusiasta y espontánea. Citemos uno de los mas extraños é interesantes. Encontrándose en Imola, cuando era Cardenal, marchó a Roma a reunirse al cónclave. Al llegar a la villa de las Marcas, fue su coche rodeado de personas ansiosas de saludar y aclamar al Cardenal Mastai. Mientras que el pueblo le rendía sus homenajes de veneración y cuando se fijaban en él todas las miradas, aparece una paloma blanca que atravesando los aires vino a parar sobre el mismo coche en que estaba el Cardenal. El pueblo batió palmas en señal de alegría y dio entusiastas vivas, diciendo: ¡será Papa!¡será Papa! Sabido es que muchas de las elecciones hechas en los primeros siglos de la Iglesia han sido milagrosamente marcadas por medio de una paloma.
Se hicieron todos los esfuerzos imaginables para ahuyentar la paloma sin hacerla daño, pero todo fue vano, la paloma permanecía inmóvil, hasta que demasiado hostigada so levantó; pero volviendo al poco tiempo para ponerse en el mismo sitio.
Al ver esto el pueblo prorrumpió en nuevas y mas entusiastas aclamaciones gritando: ¡viva! ¡viva será Papa! ¡será Papa!
Llegó el momento de partir: y a pesar del ruido del carruaje y del chasquido de los látigos, la paloma continuó en su lugar pareciendo que iba a Roma con el futuro Papa.
Un gentío inmenso seguía al carruaje, pero al llegar a la salida del pueblo, la paloma levantó su vuelo y se marchó yendo a posar sobre la puerta misma de la prisión en que estaban detenidos muchos presos políticos.
A los pocos días el Cardenal Mastai fue elegido Papa, y el pueblo le llamó el Pontífice de la paloma.
El Padre Huguet da estos detalles en su libro Faits surnaturelles de Pio IX, edición de 1867, y añade haber oído decir a un canónigo, Rector de la Sapienza de Roma, que son muchas ocasiones se ha visto en Roma a Pio IX rodeado de palomas, y hasta entrar en pos de él en las iglesias.
León Carbonero y Sol,