Mons. Jean-René Asseline
Finalmente, fue con el mismo objetivo en mente que idearon este nuevo principio: que sólo en casos de necesidad se debe haber recibido una Misión canónica de la Iglesia para poder ejercer legítimamente el ministerio pastoral. Viéndose incapaces de presentar siquiera títulos simplemente coloreados de su supuesta nueva Misión; sabiendo muy bien que no han recibido una Misión canónica de la Iglesia; que lejos de habérsela dado o de haberla sustituido en modo alguno, la Iglesia reclama enérgicamente contra el ejercicio del santo ministerio que se arrogan, sin haber sido enviados por ella, y a pesar de las prohibiciones que les ha dado; fingen un caso en el que la Misión canónica no sería necesaria, para sostener después que se han encontrado en este caso, y exonerarse así del reproche de haber pisoteado las santísimas leyes, para invadir el Episcopado y sus sublimes funciones.
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