San Atanasio
"Dicen que les quedan nombre de Cristianos a los secuaces de Arrio; se engañan, y de ningún modo conocen el cristianismo, ni a los que le profesan; porque Arrio pará ellos tiene el lugar de Jesucristo, como Maniqueo entre los Maniqueos.
Les representa que el nombre de Arrianos, que ellos mismos han tomado, es como una confesión de su parte de que ya son extranjeros para la Iglesia, y que en vano pretenden aquellos Herejes decir, que ellos llevan el nombre de Arrianos, como los Cristianos llevan el nombre de su Maestro.
Porque el pueblo no toma el nombre de los discípulos sino de Jesucristo, en quien creemos.
Pero es justo que los que tienen otro origen de su fe , y de su falsa religión, tengan el nombre de sus primeros autores, pues vienen a ser su posesión y su conquista.
Ya éramos Cristianos, y llevábamos este santo nombre, porque le habíamos recibido de Jesucristo, cuando Marción fue arrojado de la Iglesia, y excomulgado por haber inventado su herejía; y todos quantos permanecieron en la comunión de aquel que le excomulgó, se quedaron Cristianos, y llevaron siempre este nombre; pero los que siguieron a Marción no se consideraron desde entonces como Cristianos, y empezaron a llamarlos Marcionistas.
De este modo Valentino, Basilides, Maniqueo, Simón Mago, Novato y Melecio, dieron sus nombres a sus sectarios; a y se llamaron Arrianos los que siguieron el partido y la doctrina de Arrio, desde el día en que fué arrojado de la Iglesia por el bienaventurado Alexandro; siendo así que el nombre de Cristianos siempre se quedó para los que permanecieron unidos en comunión con este santo Obispo y con su sucesor, llevando todos un mismo sello, y un mismo carácter, y todavia se llaman Cristianos como ántes.
Porque aunque entre nosotros haya una sucesión de maestros, de los que nosotros somos discípulos, no obstante como nos han enseñado la doctrina de Jesucristo, no dejamos de ser siempre, y llamarnos Cristianos. Los que son de la secta de los Herejes siempre llevan el nombre de los autores de la herejía, aunque tuvieran un millón de sucesores.
Los que han sucedido a Arrio, y sienten como él, llevan el nombre de Arrianos como divisa de "su secta, y lo mismo sucede a quantos se alistan bajo su partido pero los que vienen del paganismo a la Iglesia no tienen el nombre de los que los reciben, sino el de nuestro divino Salvador; y desde entonces se empiezan a llamar Cristianos."
Biblioteca portátil de los Padres y Doctores de la Iglesia desde el tiempo de los Apóstoles
TRICALET · 1790
Pp 106-107
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