VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

LOS AMIGOS DE LA CRUZ (San Luis Mª Grignion de Montfort) (5)

 


CARTA CIRCULAR A “LOS AMIGOS DE LA CRUZ”

SAN LUIS Mª GRIGNION DE MONFORT

Un Amigo de la Cruz es un hombre elegido por Dios entre los diez mil que viven según el sentido y la sola razón, para ser un hombre totalmente divino, que va más allá de la razón, y que se opone tajantemente a la mera inclinación sensible por una vida y una luz de pura fe y de amor ardiente a la Cruz.

Un Amigo de la Cruz es un rey omnipotente, es un héroe que triunfa sobre el demonio, el mundo y la carne en sus tres concupiscencias (1 Jn. 2, 16). Al amar las humillaciones, espanta el orgullo de Satanás. Al amar la pobreza, vence la avaricia del mundo. Al amar el dolor, mata la sensualidad de la carne.

Un Amigo de la Cruz es un hombre santo y separado de todo lo visible, cuyo corazón se eleva por encima de todo lo caduco y perecedero, y cuya conversación está en los cielos (Filip. 3, 20). Pasa por esta tierra como un extranjero y un peregrino, sin apegarse a ella, con indiferencia, y la pisa con menosprecio.

Un Amigo de la Cruz es una excelente conquista de Jesucristo, crucificado en el Calvario, en unión de su santa Madre. Es un Ben-Oni, hijo del dolor, o un Benjamín, hijo de la diestra [o Buenaventura: Gén. 35, 8], nacido de su corazón dolorido, venido al mundo a través de su costado traspasado, y vestido en la púrpura de su sangre. Marcado por su origen sangriento, no respira sino cruz, sangre y muerte al mundo, a la carne y al pecado, y vive aquí abajo oculto en Dios por Jesucristo (Rom. 6, 11; 1 Pe. 2, 24).

En fin, un perfecto Amigo de la Cruz es un verdadero porta-Cristo, o mejor, un Jesucristo, que puede decir con toda verdad: «ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí» (Gál. 2, 20).

Continuará...