BENEDICTO VIII (1012-1024)
Elegido por la influencia de los condes Tusculanos, familia a la que él pertenecía, Benedicto VIII fue un papa activo y enérgico. Tuvo que luchar con el antipapa Gregorio, que le había opuesto la facción de los Crescencios. Marchó Benedicto a Alemania para recurrir al emperador San Enrique II, el cual lo condujo nuevamente a Roma. Gregorio abdicó, y Benedicto llamó a formar parte del gobierno a los hermanos Romano y Alberico. Envió tropas y naves contra los sarracenos, y pidió la ayuda de Génova y Pisa. Celebró un concilio en Pavía en el año 1018 contra los abusos del clero, la simonía y la incontinencia; pensó también en la reunión de un concilio general, pero no pudo ver realizado este propósito.
En el año 1020 se trasladó a Alemania para obtener la ayuda de aquel emperador contra el de Constantinopla, por el cual temía ser atacado por haber favorecido a los normandos contra los griegos.
Murió en junio del año 1024 y fue sepultado en San Pedro.
Su mérito personal dió gran impulso a la Iglesia; después de él, desdichadamente, empieza de nuevo la decadencia.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945