GREGORIO V (996-999)
El emperador Otón III, enterado de la muerte de Juan XV, hizo elegir papa a Brunón, primo o sobrino suyo, que entonces no tenía más que veinticuatro años, el cual tomó el nombre de Gregorio V, y figura como el primer papa alemán.
Pero en el año 997, mientras el emperador se hallaba en el norte de Europa, el patricio Crescencio tomó el título de cónsul de Roma y reanudó sus pasadas hazañas, a pesar de saber cuán hostiles se mostraban los romanos a la dominación alemana. Desterró de Roma a Gregorio, e hizo elegir al antipapa Juan Filigato, obispo de Plasencia (Italia), que tomó el nombre de Juan XVI; éste reconoció el poder temporal de Crescencio, y para consolidar su propia posición pensó en reconocer la autoridad de Constantinopla, traicionando así a los Otones.
El papa, en un concilio reunido en Pavía, excomulgó a Crescencio y al antipapa, y Otón III, que había llegado a Italia con un ejército, le acompañó a Roma. Crescencio se encerró en el Castillo de Santángelo, y al antipapa, sorprendido en su huída, le cortaron la nariz y la lengua, y le cegaron los ojos. Mientras tanto el cónsul, abandonado por el pueblo y los barones, tuvo que rendirse y fue muerto.
Gregorio V coronó en Roma a Otón III; celebró un concilio donde, además de las disposiciones de Juan XVI, intimó la separación y la penitencia dę siete años a Roberto II, rey de Francia, que se había casado con su cuñada Berta sin el debido consentimiento; consolidó la autoridad pontificia en Francia.
Murió repentinamente a los veintisiete años, en febrero del año 999, y fue sepultado en la basílica de San Pedro.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945