CONTRA EL EDICTO DE NANTES
sea maldito."
CLEMENTE XII (1730-1740)
LORENZO CORSINI
Hijo de la noble familia Corsini, nació en Florencia, en 1652. Fue elegido papa el 12 de julio de 1730, después de un conclave de cinco meses.
Desautorizó al ministro cardenal Coscia, lo hizo encerrar en el Castillo de Santángelo y le obligó a restituir todo lo que se había apropiado. Dió la investidura del reino de Nápoles a don Carlos, hijo de Felipe V. Allanó las cuestiones surgidas bajo su antecesor con el rey de Portugal; revocó las concesiones hechas a Carlos Manuel de Saboya por Benedicto XIII, porque le habían sido arrancadas por el cardenal Coscia, rompiéndose por este motivo las relaciones con Carlos, que fueron reanudadas luego por Benedicto XIV. No quiso aceptar Córcega, que después de haber sido derrotada por Génova quería ponerse bajo su dominio, ni tampoco la república de San Marino, protestando y anulando los actos del cardenal Alberoni, que había invadido violentamente aquel territorio.
Fue enérgico contra el jansenismo y condenó a los famosos convulsionarios de San Medardo.
Por aquel entonces surgieron en Francia los filosofistas, entre los que descollaba Voltaire, los cuales empezaron una lucha subrepticia contra la religión.
Con la bula In eminenti desenmascaró y condenó la masonería, que había surgido en Inglaterra en 1717 y se estaba extendiendo por Francia.
Fue Mecenas de las ciencias y de las artes. Roma vio terminados sus más bellos edificios; emprendió el saneamiento de Chiana y Rávena; hizo el puerto de Ancona.
Mantuvo la paz en Roma, y aun disminuyendo los impuestos, mejoró la hacienda del Estado.
Canonizó a San Vicente de Paúl y a muchos otros santos.
Murió el 7 de febrero de 1740 y fue sepultado en Letrán, en la espléndida capilla de los Corsini, que él mismo había hecho edificar.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
DEBERES PARA CON DIOS
BENEDICTO XIII (1724-1730)
PEDRO FRANCISCO ORSINI
Natural de Gravina y primogénito de la noble familia Orsini, renunció a todo para hacerse dominico; fue nombrado cardenal arzobispo de Benevento, y luego papa, a los setenta y cinco años. Continuó siendo monje, aun después de su elección, dando al clero el ejemplo de una vida puramente ascética.
No pudo realizar todas las reformas que habría deseado; pero llevó a la corte pontificia una digna austeridad.
Carlos VI le restituyó Comacchio; protestó, como su antecesor, por la ocupación de Parma y Plasencia; rompió las relaciones con Amadeo de Cerdeña por haberse éste negado a rendir homenaje al papa, y, sobre todo, porque su política vulneraba gravemente los derechos de la Iglesia. Luego, sin embargo, se arregló esta cuestión.
En 1725 celebró en la basílica de Letrán un concilio Provincial; en él condenó nuevamente el jansenismo y el cisma de Utrecht, y declaró artículo de fe la bula Unigenitus; atendió a la disciplina eclesiástica y ordenó la erección de seminarios.
Tuvo la desgracia de confiar demasiado en algunos beneventanos, y sobre todo en el famoso Nicolás Coscia, que había traído consigo. Este era hijo de un barbero, y tan bien supo adueñarse de la voluntad del pontífice que Benedicto, a pesar de la oposición de los cardenales, lo quiso crear cardenal y confiarle el gobierno. Coscia abusó tanto de su autoridad, que pronto se atrajo sobre sí y sobre el papa el odio del pueblo.
Benedicto XIII murió a los ochenta años, después de dos días de enfermedad, el 21 de febrero de 1730.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
Fue el séptimo Pontífice de la familia de Inocencio III, elegido por unanimidad el 8 de mayo de 1721.
Por aquel entonces eran enconadas las discusiones sobre la constitución Unigenitus. Inocencio declaró cismática la carta que le dirigieron siete obispos franceses y logró que el regente y duque de Orleans censurase y condenase su audacia. Entretanto, por obra de los jansenistas llegados de Francia, y sobre todo por la de Quesnel en Holanda, surgió entre los católicos un funesto cisma: el cisma de Utrecht, que duró muchísimo tiempo.
Con la constitución Apostolici muneris, dirigida al clero de España (extendida luego por Benedicto XIII a todo el mundo) hizo florecer de nuevo la disciplina eclesiástica.
Sostuvo con gran energía las razones de la Santa Sede por el dominio de Parma y Plasencia, contra España. Dio la investidura del reino de las dos Sicilias a Carlos VI, dándole a conocer en la práctica que aquel reino era feudo de la Santa Sede.
Defendió la causa del cardenal Alberoni. Quizá la única debilidad de su breve pontificado fue la elección del cardenal Dubois, hombre de mala reputación y ministro del duque de Orleans, que quiso de esta manera hacerse pagar el apoyo que había prestado al papa en la lucha contra los jansenistas; parece, sin embargo, que Dubois, una vez creado cardenal, cambió de conducta.
Muratori dice de Inocencio XIII: "Aunque modesto y humildísimo personalmente, gustaba de la magnificencia en las ceremonias, y nadie mejor que él supo conservar la dignidad pontificia. Era hombre prudente; despachaba rápidamente los asuntos. Su pontificado fue breve, mas no estuvo exento de obras importantes".
Inocencio XIII murió el 7 de marzo de 1724.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
Nació en Urbino, hijo de una noble familia; Alejandro VII lo nombró cardenal.
Elegido en un conclave muy agitado, rechazó durante tres días el alto honor, mas luego cedió ante la insistencia de los cardenales.
Tuvo un pontificado dificilísimo. Tres cosas especialmente le absorbieron: la lucha por la sucesión del trono de España, el jansenismo propagado por Quesnel y las cuestiones religiosas en China.
La guerra de sucesión en España puso en pugna a Francia y Austria; y aunque el Pontífice se declaró neutral, fue arrastrado a una situación peligrosa; vio los Estados pontificios invadidos por los austríacos, y luego sufrió gravísimas represalias por parte de Francia. La paz de Utrecht (1713) fue desastrosa para el papa, pues separó del dominio de la Iglesia a Parma, Plasencia, Cerdeña y Sicilia. En Sicilia, que había sido asignada a Víctor Amadeo de Saboya, tuvo con éste una reñida cuestión por la llamada Monarquia Sicula, privilegio muy dudoso, por cierto, que se decía haber sido concedido a los reyes de Sicilia desde los tiempos de Urbano II, por el cual ellos eran por derecho legados de la Santa Sede, y del que se servían muy a menudo para anular toda autoridad pontificia en la isla. Clemente, decidido a terminar con este privilegio que había acarreado tantas molestias a los Pontifices, lo abolió; Víctor Amadeo no quiso ceder, y Clemente le excomulgó y lanzó el interdicto contra la isla. Se hizo la paz cuando Amadeo permutó Sicilia por Cerdeña (1719).
Respecto al jansenismo, tuvo no poco trabajo con el Parlamento de París, la Sorbona y el cardenal Noailles para la condenación de las obras de Quesnel, y la de los llamados apelantes al futuro concilio contra las disposiciones del Pontífice.
En las misiones tuvo que tratar de la cuestión de los llamados ritos malabares y chinos, cuestión que no se terminó hasta el pontificado de Benedicto XIV.
Canonizó a muchos santos, entre ellos a San Pio V.
Durante su pontificado, Eugenio de Saboya obtuvo contra los turcos las famosas torias de Peterwaradino (1716) y de Belgrado (1717) y la paz de Passerowitz (1718) que puso fin a la invasión otomana.
Clemente XI fue hombre docto, humildísimo, munífico protector del Museo y de la Biblioteca Vaticana y enemigo del nepotismo. Embelleció Roma y fue muy generoso con los pobres; durante la peste de 1720 que asoló a Marsella, socorrió con largueza a esta ciudad.
Murió el 19 de marzo de 1721.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
"La pluralidad de cultos favorece la inmoralidad pública bajo diferentes conceptos; hace que un mismo hecho se aprecie de distinto modo; que el uno halle un crimen en aquello mismo que para el otro es una virtud."
***
INOCENCIO XII (1691-1700)
ANTONIO PIGNATELLI
Después de un conclave que duró más de cinco meses, fue elegido papa el cardenal arzobispo de Nápoles, Antonio Pignatelli, napolitano, que tomó el nombre de Inocencio XII.
Dispuso la reorganización de la hacienda, fue austero y generoso, y su caridad resplandeció en 1695, cuando Roma fue víctima de tres calamidades: la peste, el terremoto y las inundaciones del Tíber.
A él se debe el fin del nepotismo en los papas, pues ordenó con la bula Decet Romanum Pontificem que si un papa se hubiese excedido en favorecer a sus parientes, su sucesor debería, aun haciendo uso del poder secular, recuperar lo que indebidamente se hubiese quitado a la Iglesia.
Fue severísimo con los malhechores y con los jueces que comerciaban con la justicia.
Recibió la sumisión de Luis XIV en la cuestión galicana; condenó nuevamente el quietismo, resurgido por obra de Madame de Guyon.
Trató la paz de Ryswich (1697) entre las potencias cristianas. Fue enérgico contra los atropellos del embajador imperial; fue nombrado árbitro en la cuestión de la sucesión de Carlos II al trono de España, decidiéndose a favor del Delfín de Francia. En 1697 Eugenio de Saboya infligía, con la victoria de Zenta, un duro golpe al poderío de los turcos en Europa.
Inocencio XII promovió las misiones, especial-mente en América y Africa; bajo su pontificado empezó la famosa cuestión de los ritos chinos, o sea ritos de origen pagano que algunos misioneros jesuítas creían, dada la mentalidad de aquel pueblo, poderse tolerar como simples conmemoraciones civiles, sin darles ninguna importancia religiosa.
Munífico en obras públicas, engrandeció los puertos de Anzio y Neptuno.
Murió en Roma, el 27 de septiembre de 1700, a la edad de ochenta y seis años, durante el Jubileo de fines de siglo.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
Nació en Venecia, en 1610. Cardenal obispo de Frascati, fue elegido, casi octogenario, el 6 de octubre de 1689.
Durante los quince meses de pontificado continuó enérgicamente, con la bula Inter multiplices, la lucha contra las doctrinas cismáticas de los cuatro artículos de la Asamblea galicana, negando la confirmación de cualquier dignidad a los prelados que habían tomado parte en aquella Asamblea.
Renovó la condenación contra el jansenismo.
Obtuvo de Luis XIV la renuncia a las pretendidas franquicias en Roma, y la restitución de Aviñón y del condado Venosino. Adquirió para la Biblioteca Vaticana la valiosa librería de la reina Cristina de Suecia, que había muerto en Roma en 1689. Concedió a los agricultores el libre comercio del trigo, y aligeró al pueblo de muchos impuestos. Ayudó a Venecia con armas y dinero en la lucha contra los turcos. Murió el 1 de febrero de 1691.
Hombre de singular prudencia y discreción, conocía a la perfección los problemas e intrigas del mundo; mas por haber llamado a Roma a sus parientes, a quienes favoreció desmesuradamente, se atrajo disgustos, desengaños e ingratitudes.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
“El protestantismo puede revindicar en justicia algunas virtudes, tales como las de Lutero, fraile apóstata,
aprobador de la matanza de los paisanos;
Calvino, doctor cruel, que quemó A Servet;
Enrique VIII, revisador del Misal, que hizo perecer setenta y dos mil hombres en los suplicios.
¡He aquí sus tres Cristos!"
***
Nació en Como (Lombardia). Benedicto Odescalchi fue sucesivamente soldado, protonotario apostólico y cardenal, siendo llamado a suceder a Clemente X en 1676.
Reformador severo, prohibió la usura en sus Estados, impuso a los obispos reglas austeras, promulgó leyes contra el excesivo lujo de las damas romanas, y pensó hacer una dura guerra contra el nepotismo de los papas.
Su reinado se vio turbado por las disidencias con Luis XIV, quien hizo publicar por la asamblea de obispos franceses (1682) la famosa Declaración del clero de Francia, y ordenó a su embajador en Roma, marqués Labardín, que defendiera aun a mano armada las franquicias de la embajada, que habían terminado por extender el derecho de asilo a todo un barrio de la ciudad. El papa anuló la declaración del clero francés, excomulgó a Labardín y rehusó las bulas a los obispos nombrados por el rey.
Trabajó mucho por la paz de Europa y tomó una parte importante en el tratado de Nimega (1698).
En 1687 condenó la doctrina de Molinos, autor del quietismo.
No invirtió el dinero en obras de arte, sino que todos los medios de que dispuso los empleó en la guerra contra los turcos. Tuvo el consuelo de ver la victoria alcanzada bajo las murallas de Viena (1683) por Juan Sobieski.
Pudo ver también, hacia el fin de sus días, como las cuestiones eclesiásticas de Francia tomaban mejor cariz: Luis XIV parecía arrepentido y hacía tentativas para reconciliarse con el papa.
Inocencio XI murió el 12 de agosto de 1689 y su memoria fue venerada por el pueblo.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
S.S. Pío XII
24 de agosto de 1939
Nada está perdido con la paz.
Todo puede perderse con la guerra.
Que los hombres vuelvan al entendimiento.
Que vuelvan a negociar.
Negociando con buena voluntad y respetando los derechos de los demás, se darán cuenta de que una negociación sincera y activa nunca está excluida de un éxito honorable.
Y se sentirán grandes -de verdadera grandeza- si imponiendo silencio a las voces de la pasión, tanto colectiva como privada, y dejando a la razón su imperio, habrán evitado la sangre de sus hermanos y la ruina de la patria.
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CLEMENTE X (1670-1676)
JUAN BAUTISTA EMILIO ALTIERI
Pertenecía a una noble familia romana. Recibió diversos encargos de los Pontífices, que elogiaron su labor; Clemente IX le nombró cardenal. Fue elegido a los ochenta años, después de cinco meses de conclave. Por desgracia dejó el gobierno en manos del cardenal Paluzzi, quien, abusando de la confianza que se le había otorgado, enriqueció a sus parientes y complicó al santo y piadoso Pontífice en una política que pronto le atrajo una inmerecida hostilidad.
Clemente tuvo que defender los derechos de la Iglesia contra Luis XIV, que se aprovechaba del movimiento jansenista para ampliar las regalías, o sea el derecho a gozar de las rentas de las prebendas más importantes durante las vacantes de éstas, derecho que el rey pretendía extender a todas las prebendas.
Mientras el papa trataba de poner freno a los turcos que querían invadir Polonia, Luis hacia preparativos para la guerra contra Holanda.
En 1675 Clemente celebró el XIV jubileo, destinando una parte de las ofertas a Juan Sobieski, rey de Polonia, para la lucha contra los turcos.
Murió el 15 de julio de 1676.
Fue papa de gran talento, piadoso y justo.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945