Éxodo 20
- 3 No tendrás otros dioses delante de Mí.
Éxodo 34
- 13 Antes bien, destruid sus altares, quebrad sus piedras idolátricas y romped sus ascheras.
- 14 No te postrarás ante ningún otro Dios, pues Yahvé, cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso.
- 15 No hagas pacto con los moradores de aquella tierra, porque ellos fornican con sus dioses y les ofrecen sacrificios. Te invitarán y tú comerás de sus sacrificios;
- 16 y tomarás de sus hijas para tus hijos; y fornicando sus hijas con sus dioses harán también fornicar a tus hijos con los dioses de ellas
Deuteronomio 13
- 1 Si se levantare en medio de ti un profeta, o un soñador de sueños, que te anuncia una señal o un prodigio,
- 2 aunque se cumpliere la señal o prodigio de que te habló, diciendo: ‘Vamos tras otros dioses, que tú no conoces, y sirvámoslos’,
- 3 no escucharás las palabras de ese profeta, o de ese soñador de sueños porque os prueba Yahvé, vuestro Dios, para saber si amáis a Yahvé, vuestro Dios, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
- 4 Id en pos de Yahvé, vuestro Dios; a Él habéis de temer; guardad sus mandamientos; escuchad su voz, servidle y allegaos a Él.
- 5 Ese profeta, o ese soñador de sueños, será muerto, por haber predicado rebelión contra Yahvé, vuestro Dios, que os sacó de Egipto y te rescató de la casa de la servidumbre, para apartarte del camino por donde Yahvé, tu Dios, te ha mandado que andes. Así extirparás el mal de en medio de ti.
Salmo 80
- 10 No haya en ti ningún otro Dios; no te encorves ante un dios ajeno.
Salmo 95
- 5 Pues todos los dioses de los gentiles son ficción en tanto que Yahvé hizo los cielos.
Isaías 42
- 17 Entonces volverán atrás, llenos de vergüenza, los que confían en las estatuas; los que dicen a las imágenes fundidas: “Vosotros sois nuestros dioses.”
Jeremías 5
- 19 Y si os preguntareis: “¿Por qué Yahvé, nuestro Dios, ha traído todo esto sobre nosotros?” les responderás: “Como me habéis dejado a Mí sirviendo a dioses extraños en vuestra tierra así serviréis a los extranjeros en tierra no vuestra.”
1 Macabeos 2
- 19 Respondió Matatías, y dijo en alta voz: “Aunque todas las gentes obedezcan al rey Antíoco, y todos abandonen la observancia de la ley de sus padres, y se sometan a los mandatos del rey,
- 20 yo, y mis hijos, y mis hermanos obedeceremos la ley de nuestros padres.
- 21 Quiera Dios ampararnos. No nos es provechoso abandonar la Ley y los preceptos de Dios.
- 22 No daremos oídos a las palabras del rey Antíoco, ni ofreceremos sacrificios, violando los mandamientos de nuestra Ley por seguir otro camino”.
1 Corintios 10
- 19 ¿Qué es, pues, lo que digo? ¿Qué lo inmolado a los ídolos es algo? ¿O que el ídolo es algo?
- 20 Al contrario, digo que lo que inmolan [los gentiles], a los demonios lo inmolan, y no a Dios, y no quiero que vosotros entréis en comunión con los demonios.
- 21No podéis beber el cáliz del Señor y el cáliz de los demonios. No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.
- 22 ¿O es que queremos provocar a celos al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que Él?
2 Corintios 6
- 14 No os juntéis bajo un yugo desigual con los que no creen. Pues ¿Qué tienen de común la justicia y la iniquidad? ¿O en qué coinciden la luz y las tinieblas?
- 15 ¿Qué concordia entre Cristo y Belial? ¿O qué comunión puede tener el que cree con el que no cree?
- 16 ¿Y qué transacción entre el templo de Dios y los ídolos? Pues templo del Dios vivo somos nosotros, según aquello que dijo Dios: “Habitaré en ellos y andaré en medio de ellos; y Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
- 17 Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y Yo os acogeré;
- 18 y seré Padre para vosotros, y vosotros seréis para Mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”.
Gálatas 1
- 9 Lo dijimos ya, y ahora vuelvo a decirlo: Si alguno os predica un Evangelio distinto del que recibisteis, sea anatema.
2 Juan
- 9 Todo el que va más adelante y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la doctrina, ése tiene al Padre, y también al Hijo.
- 10 Si viene alguno a vosotros, y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, ni le saludéis.
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