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Fray Pedro Gual
Enseñad que la conciencia errónea es excusable en sus efectos o en sus operaciones externas, y que los gobiernos y la Iglesia deben respetar todos sus extravíos, y veréis desde luego al hijo que asesina a su padre, porque cree remediar sus indigencias con la pingüe heredad que de ahí le ha de provenir veréis a los malhechores entregados al pillaje, al asesinato y a toda clase de crímenes: veréis a los maridos sin esposas, a los hijos sin madres, a los pueblos convertidos en serrallos: veréis levantarse templos a nuevas Vénus, pagodas a deidades excogitadas, donde se sacrifique la honestidad, se vierta la sangre humana en holocaustos; veréis en fin entronizado el regicidio, desaparecida la sujeción, proclamada la insurrección, al suelo gobiernos constituidos, las naciones en combustión, la sociedad en la anarquía. En vano les recordareis las leyes del pudor de la moralidad, del buen sentido en vano les traeréis a memoria los dogmas de la religión, los preceptos del Evangelio, las reglas de buena educación.
Ellos os contestarán: esto nos lo dicta nuestra conciencia: es un deber seguir sus dictámenes: sus fueros son sagrados é inviolables: también vosotros debéis respetar sus extravíos: somos inocentes, porque hacemos todo esto en nombre de la tolerancia universal, en nombre de la libertad de conciencia, que vosotros habéis sancionado.
Y si no queréis ser contradictorios à vuestros principios y à vuestras leyes de tolerancia, tendréis que enmudecer...