Que los fieles sientan que si están dispuestos a dar al César lo que es del César, nunca permitirán que se le quite a Dios lo que es de Dios; y si quieren comportarse como buenos ciudadanos en la patria terrena, anhelen aún más la patria celestial, donde están llamados a convertirse en
conciudadanos de los santos (Eph.2.19).
conciudadanos de los santos (Eph.2.19).
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