BENEDICTO XIII (1724-1730)
PEDRO FRANCISCO ORSINI
Natural de Gravina y primogénito de la noble familia Orsini, renunció a todo para hacerse dominico; fue nombrado cardenal arzobispo de Benevento, y luego papa, a los setenta y cinco años. Continuó siendo monje, aun después de su elección, dando al clero el ejemplo de una vida puramente ascética.
No pudo realizar todas las reformas que habría deseado; pero llevó a la corte pontificia una digna austeridad.
Carlos VI le restituyó Comacchio; protestó, como su antecesor, por la ocupación de Parma y Plasencia; rompió las relaciones con Amadeo de Cerdeña por haberse éste negado a rendir homenaje al papa, y, sobre todo, porque su política vulneraba gravemente los derechos de la Iglesia. Luego, sin embargo, se arregló esta cuestión.
En 1725 celebró en la basílica de Letrán un concilio Provincial; en él condenó nuevamente el jansenismo y el cisma de Utrecht, y declaró artículo de fe la bula Unigenitus; atendió a la disciplina eclesiástica y ordenó la erección de seminarios.
Tuvo la desgracia de confiar demasiado en algunos beneventanos, y sobre todo en el famoso Nicolás Coscia, que había traído consigo. Este era hijo de un barbero, y tan bien supo adueñarse de la voluntad del pontífice que Benedicto, a pesar de la oposición de los cardenales, lo quiso crear cardenal y confiarle el gobierno. Coscia abusó tanto de su autoridad, que pronto se atrajo sobre sí y sobre el papa el odio del pueblo.
Benedicto XIII murió a los ochenta años, después de dos días de enfermedad, el 21 de febrero de 1730.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945