Santo Tomás de Canterbury
Al Obispo de Hereford
S. Thomae Epist. LXXIV ad Suffraganeos, p. 167; Ep. CXXIV ad Robert. Heref. p. 277. Ed. Oxon. 1844.
La fuente del Paraíso es una, pero dividida en muchos arroyos, para que sus aguas puedan regar a toda la tierra.
¿Quién duda que la Iglesia de Roma es la cabeza de todas las Iglesias, y la fuente de la verdad católica? ¿Quién ignora que las llaves del reino de los Cielos fueron confiadas a Pedro?
¿La estructura de la Iglesia entera no se levanta acaso sobre la fe y la doctrina de Pedro?
Sea cualquiera el que riegue a plante, a ninguno da Dios incremento, sino a el que planta en la fe de Pedro y descansa en su doctrina.
¿Quién duda que la Iglesia de Roma es la cabeza de todas las Iglesias, y la fuente de la verdad católica? ¿Quién ignora que las llaves del reino de los Cielos fueron confiadas a Pedro?
¿La estructura de la Iglesia entera no se levanta acaso sobre la fe y la doctrina de Pedro?
Sea cualquiera el que riegue a plante, a ninguno da Dios incremento, sino a el que planta en la fe de Pedro y descansa en su doctrina.