PASTORAL DEL 8 DE FEBRERO DE 1865
(EXTRACTO)
No es otro el motivo que ha impulsado a Nuestro Santísimo Padre el Papa Pio IX a expedir la Encíclica (Quanta cura) de que nos ocupamos.
Centinela vigilantísimo de la casa de Israel en la noche oscura de estos tiempos, da la voz de alerta a los cristianos adormecidos ó que corren peligro de adormecerse por el letargo de las seductoras enseñanzas modernas.
Custodio fidelísimo del depósito sagrado de la fe y de la moral, separa con mano firme la escoria con que se intenta empañar el oro puro de la doctrina católica.
Como Pastor supremo de las almas, se dirige a las ovejas y a los corderos que debe apacentar, mostrando a Obispos y a fieles los pastos venenosos de que han de huir.
Nuestro deber, amados Hermanos e Hijos nuestros, es el de prestar atento oído a esa voz cariñosa que nos es bien conocida por el interés que le inspira nuestro bien.