Francisco Tiburcio Arribas (O.F.M.)
El misterio de iniquidad
Conjuración satánico-humana contra Jesucristo
EL ANTICRISTO COMO LÍDER DE LA REVOLUCIÓN
Si desde el tiempo de los Apóstoles se viene presentando por los sábios y tradición, que el Anticristo será un ente real y hombre perversísimo, ¿a qué venir en los tiempos modernos con esa novedad y singular explicación del ente moral, que solo serviría para aumentar mas y mas la ceguedad de la multitud, para no conocerle en medio de las más evidentes señales? Además cualquiera, a poco que reflexione, conocerá que el Anticristo tiene que ser evidentemente el ente real y el ente moral, en el sentido que uno y otro se presenta, pues no se concibe este sin aquel ni aquél sin éste; de modo que los que confiesan y defienden uno, implícitamente lo hacen del otro. Porque cualquiera que recuerda a un Arrio, Mahoma, Focio, Lutero, Voltaire, que son entes reales de conjuraciones diversas contra Jesucristo, no puede concebirlos sin la doctrina herética, sensualista, cismática, apóstata é impía, que son los entes morales; ni estas conjuraciones contra la verdad se pueden suponer combatiendo, sin acaudillarlas los gefes ó promotores de la doctrina perversa. Pues del mismo modo la Revolución, en su último período de oposición, debe tener un jefe principal y supremo, según está profetizado, y ese será el Anticristo, que la dirigirá; quien no puede menos de apoyarse y tener una bandera ó credo diabólico para que lo sigan sus ejércitos: de modo que tenemos demostrado tan claro como la luz, que en el fin habrá ente moral persiguiendo moralmente al Catolicismo, pero también un ente real, un temible tirano, que será el Anticristo. Quiero pues, amados jóvenes, que os fijeis bien en estas reflexiones, porque son de grande trascendencia. Cada vez entiendo menos cómo talentos tan aventajados han suscitado esa opinión, en mi juicio peligrosa, pues está contra la tradición y aun contra el sentido natural de la Escritura, y trae el perjuicio de que la multitud no conozca al grande Impío aunque se halle en lo sumo del poder. Visto ya lo que el Anticristo es y será
El misterio de iniquidad
Conjuración satánico-humana contra Jesucristo
1871
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Mons. Louis Gaston de Ségur
El sistema católico-liberal,
no es en el fondo más que
la doctrina revolucionaria de 1789
(...) El catolicismo-liberal tiende a ayudar poderosamente a la Revolución: propiamente dicha en su ohra de universal destrucción.
(...) El liberalismo, católico es la herejía y la revolución algo moderadas en sus formas y procedimientos, y que a favor del hermoso nombre de catolicismo procuran insinuarse en el seno de la Iglesia ; es el lobo paseándose a sù sabor por en medio del redil, gracias a su disfraz de oveja.
LA SECTA CATÓLICO-LIBERAL
1875
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"Cardenales"
Montini & Suenens
Se perfiló el nuevo liderazgo del Concilio,
al que
Grootaers llama “los decembristas”,
por haber tomado la palabra, en la misma sintonía,
los primeros días de diciembre de 1962:
Montini, Suenens, Léger, Lercaro, Döpfner.
Concilio Vaticano II: UNA HISTORIA NUNCA ESCRITA
Roberto de Mattei
(Hereje montiniano de Reconocer y Resistir)
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El Rin desemboca en el Tíber
1966
Parecía pues que el Papa (Montini),
al seleccionar a estos cuatro hombres,
estaba apoyando al elemento liberal
del Concilio,
como había hecho su predecesor (Roncalli).
El Rin desemboca en el Tíber
Ralph M Wiltgen
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"Cardenal" de Montini,
Joseph Ratzinger
"Gaudium et Spes representa, por parte de la Iglesia, un intento de reconciliación oficial con la nueva era inaugurada por la Revolución Francesa"
"Si se desea hacer un diagnóstico del texto Gaudium et Spes en su conjunto, podríamos decir que (en relación con los textos sobre la libertad religiosa y las religiones del mundo) se trata de una revisión del Syllabus de Pío IX, una especie de contra-syllabus.
Harnack, como sabemos, interpretó el Syllabus de Pío IX como nada menos que una declaración de guerra contra su generación.
Esto es correcto en la medida en que el Syllabus estableció una línea de demarcación contra las fuerzas determinantes del siglo XIX: contra la visión científica y política del mundo del liberalismo. En la lucha contra el modernismo esta doble delimitación fue ratificada y reforzada.
Desde entonces muchas cosas han cambiado. La nueva política eclesiástica de Pío XI produjo una cierta apertura hacia la concepción liberal del Estado. En una lucha silenciosa pero persistente, la exégesis y la historia de la Iglesia adoptaron cada vez más los postulados de la ciencia liberal, y también el liberalismo se vio obligado a sufrir muchos cambios significativos en las grandes convulsiones políticas del siglo XX.
En consecuencia, la unilateralidad de la posición adoptada por la Iglesia bajo Pío IX y Pío X en respuesta a la situación creada por la nueva fase de la historia inaugurada por la Revolución Francesa fue corregida en gran medida vía facti , especialmente en Europa Central, pero todavía no se había establecido la relación que existiría entre la Iglesia y el mundo que se había creado después de 1789. De hecho, una actitud que era en gran parte prerrevolucionaria continuó existiendo en países con fuertes mayorías católicas.
Contentémonos con decir que el texto sirve de contrarreloj y, como tal, representa, por parte de la Iglesia, un intento de reconciliación oficial con la nueva era inaugurada por la Revolución Francesa."
(Joseph RATZINGER, Les Principes de la théologie catholique, París: Téqui, 1985, págs. 426-427).
"Cardenal" Joseph Ratzinger,
Principios de teología católica,
(San Francisco: Ignatius Press, 1987) pp. 381-2.
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RELACIONADO
CATÓLICISMO-LIBERAL
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