Sucedió a Honorio II, pero la minoría de los cardenales le opuso Pedro de León, antipapa con el nombre de Anacleto II, y él tuvo que salir de Roma.
Refugióse en Francia cerca de Luis el Gordo, y después en Lieja junto al rey Lotario II, que lo condujo a Roma (1132) y puso nuevamente en el trono. Lotario obtuvo en compensación la corona imperial.
Al marchar Lotario, continuó prevaleciendo la facción del antipapa, e Inocencio II se vió obligado a retirarse a Pisa, donde permaneció hasta después de la muerte de Anacleto (1138) y de la sumisión del nuevo antipapa Víctor IV con la que terminó aquel cisma.
Al siguiente año, el Pontífice convocó el segundo concilio ecuménico de Letrán (X ecuménico) en el que condenó las doctrinas de Abelardo y de Arnaldo de Brescia.
No habían terminado, sin embargo, las amarguras del papa Inocencio II: Roger, rey de Sicilia, insistió en sus antiguas pretensiones; se mandaron tropas contra él, más fueron derrotadas y el mismo pontífice fue hecho prisionero hasta la conclusión de un tratado de paz por el que se confirmaba a Roger el título de rey.
Estando nuevamente en Roma, sostuvo una cuestión con Luis VII, rey de Francia, quien se negaba a aceptar como arzobispo de Bourges a Pedro de La Chastre. Puso a Francia en interdicto (1141), y el rey tuvo que someterse.
Hacia el fin de sus días, Inocencio vió estallar en Roma la famosa revolución en la que el pueblo vencedor llevó nuevamente el Senado al Capitolio; fue origen de dicha revolución la rebelión de la ciudad de Tivoli contra el papa y los romanos, a la que el papa perdonó después de haberse rendido, mientras los romanos querían su completo aniquilamiento.
Murió durante aquella guerra civil, el 24 de septiembre de 1143, después de haber pasado la mitad de su pontificado en el destierro.
Bajo el reinado de este papa se fundó en España el celebérrimo monasterio de Poblet.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945