VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

S.S. ESTEBAN IX O X, PAPA Nº 154


ESTEBAN IX O X (1057-1058)

Al morir Victor II, por consejo de Hildebrando, el pueblo romano se apresuró a elegir al nuevo pontífice para impedir que el emperador formulara nuevamente sus pretensiones, y para que este pontífice, además de ser digno del alto lugar, pudiera contar con una ayuda eficaz contra la opresión alemana; eligieron, pues, al cardenal Federico, hermano de Godofredo de Lorena. Federico había regresado de Constantinopla y era entonces abad de Monte Cassino. Tomó el nombre de Esteban X. 

Dotado de gran mentalidad y de elevados ideales, reunió a su alrededor hombres de gran valer y santidad que le ayudaron en la reforma de la Iglesia, como San Pedro Damián y el monje Hildebrando, que fue más tarde el papa Gregorio VII. 

Intervino enérgicamente en la lucha llamada Pataria en Milán, apoyando la obra de San Arialdo y de Landolfo Cotta contra los sacerdotes simoníacos y concubinarios, favorecidos por el indigno arzobispo Guido de Velate

Esteban IX concibió el plan de echar a los normandos, quienes se habían adueñado de una parte de los territorios adjudicados a la Iglesia romana por las donaciones imperiales; pero la muerte interrumpió su acción. 

Murió en Florencia a los nueve meses de pontificado, el 29 de marzo de 1058, ordenando que para la elección de su sucesor se esperara el regreso de Hildebrando, que estaba en Alemania por orden suya. fue sepultado en la catedral de Florencia.

Muerto Esteban IX, los condes de Túsculo, aprovechando la ausencia de Hildebrando, eligieron por la violencia a Juan, cardenal obispo de Velletri, que pertenecía a aquella familia; adoptó el nombre de Benedicto X (Antipapa). 

Algunos le describieron como hombre bueno y de buena fe, y otros como necio, siendo conocido por el sobrenombre de "Miucio" (bobo). 

Gran parte de los cardenales abandonaron Roma, y después de haber excomulgado a Benedicto enviaron legados a Alemania. Hildebrando regresó inmediatamente, deteniéndose en casa de Gofredo de Toscana, y, de acuerdo con la emperatriz Inés, regente por el pequeño Enrique IV, y con los cardenales y algunos señores romanos, eligieron en Sena al papa Gerardo, obispo de Florencia.

Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945


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