Su nombre era Desiderio, y pertenecía a la familia ducal de Benevento.
Abad de Monte Cassino y luego delegado apostólico en Constantinopla, fue nombrado cardenal en 1059. Se le eligió papa, después de mucha resistencia, el 24 de mayo de 1086, y tomó el nombre de Víctor III.
Viéndose molestado por el prefecto imperial de Roma, huyó a Terracina, donde depuso las insignias pontificales. Las dificultades aumentaron; el antipapa Clemente se había adueñado de Roma, por fin, en un concilio celebrado en Capua (marzo de 1087), Desiderio aceptó el pontificado. Pero no reinó más que seis meses.
Habiendo sido impedida su entrada en Roma por el partido imperial y por el antipapa, fue conducido allí por Jordán de Capua, quien se adueñó de la ciudad Leonina; pero de nuevo Víctor fue obligado a retirarse a Monte Cassino (mayo de 1087). Volvió a ser conducido a la Ciudad Eterna por Matilde, que ocupó el Trastevere y el Castillo de Santángelo; más en agosto del mismo año fue otra vez obligado a huir a Benevento.
Reunió un concilio en Capua para renovar la prohibición de las investiduras, y de allí se trasladó a Monte Cassino, donde murió el 17 de septiembre.
A pesar de los conflictos en que se debatió su pontificado, con elevados designios instigó a los príncipes italianos, especialmente a los de Génova y Pisa, contra los sarracenos, que sufrieron una grave derrota.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945