El cardenal Ubaldo, obispo de Ostia y cardenal de Santa Práxedes, después de llevar a cabo varias misiones políticas y religiosas, fue elegido pontífice el 1 de septiembre de 1181.
Su decisión de suprimir los cónsules de Roma fue causa de una insurrección que le obligó a abandonar la ciudad. El emperador Federico envió fuerzas alemanas para reprimir los tumultos, y se dice que los romanos envenenaron las aguas para obligar a aquellas tropas a retirarse.
En 1184, Lucio III celebró un concilio en Verona, al que asistió el emperador. En este concilio fueron condenadas las diversas herejías que intentaban turbar la paz de la Iglesia, y que ya habían sido condenadas por Alejandro III.
Lucio se negó a coronar al joven rey Enrique, en vida todavía de su padre, y negó la confirmación a los prelados promovidos durante el cisma.
Durante su pontificado fue confirmada en Constantinopla la paz de Venecia (1183).
Murió en Verona, el 31 de julio de 1185, y fue sepultado en la catedral del mismo nombre.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945