VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

MEDITACIONES DE SANTO TOMÁS DE AQUINO (XII)


Santo Tomás de Aquino

PRIMER PUNTO

El pecado venial es una ofensa real, que hiere la amistad debida a Dios.


Considerad que ningún pecado debe ser considerado ligero, ya que todo pecado ofende a Dios y hiere este Amor infinito, para el cual habría que tener mil y mil corazones, con el fin de amarlo tanto como se merece. Todo lo que se opone a un bien mayor es necesariamente un mal mayor. Ahora bien, ¿no es el pecado venial un insulto a Dios, opuesto a su santidad y perfección increadas? Los demás males de este mundo, las enfermedades, los tormentos, incluso el aniquilamiento, sólo se oponen a algún bien creado. Comprended entonces cuán grave es el pecado venial: es un mal mayor que la aniquilación de toda la naturaleza (1), hasta tal punto, dice Santo Tomás, que deberíamos preferir morir antes que cometer un solo pecado venial (2). En lugar de cometer un solo pecado venial, deberíamos permitir que la tierra, el cielo y todos sus Ángeles sean destruidos. Así que no es sólo del pecado mortal, sino de toda clase de pecados, que San Anselmo decía que preferiría estar inocente en el infierno que manchado de un solo pecado en el cielo (3): porque, añade San Tomás, un inocente en el infierno no sentiría su dolor, y un pecador en el paraíso no podría disfrutar de esta felicidad y saborear sus delicias (4). Es cierto que, si un alma en el cielo se viera culpable de un solo pecado venial, sería incapaz de sufrir esta mancha, y se arrojaría a los fuegos y llamas del purgatorio, para purificarse.

(1) Praeponderat bonum divinum, contra quod agit culpa, bono naturae creatae, cui opponitur pœna. D. Th. Quodlib. 1. A. 9.
(2) Debet prius homo sustinere mortem, quam peccet venialiter. D Th. in 4 dist. 19, 92. A. 3.

(3) Mallem, purus a peccato et innocens, gehennam, quam, peccati sorde pollutus, cœlorum regna intrare. S. Ans. L. de Simil.

(4) Innocens in inferno non sentiret pœnam, et peccator in paradiso non gauderet de gloria. D Th. Quodlib. 1. A. 9.

Continuará...

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