Obispo de Huesca
Basilio Gil Bueno
Pastoral 28 de febrero de 1865 defendiendo el Syllabus
La Cruz
La Cruz
Todo católico envuelve en sí el doble concepto de hombre del tiempo y de la eternidad, de un país especial y de un reino espiritual; cualquiera empero que sea su asociación terrestre, no llenará su verdadero fin y positivo bienestar, si no halla en ella, expeditos todos los medios para optar a la última y suprema felicidad a que está llamado. Ciudadano en el mundo con carácter transitorio y de peregrinación contínua a la patria celestial, deberá satisfacer las obligaciones afectas a las dos posiciones ó ciudadanías, subordinando, empero, la terrena al preferente interés que a todas luces inspira la del Cielo.
Si, pues, para alcanzar ésta se le presentan obstáculos suscitados por especiosos pretextos de razones de Estado, de intereses y sistemas políticos, que, oponiéndose en su forma ó consecuencias a la integridad de la doctrina católica son rechazables por una buena conciencia cristiana, entonces, sobrepuesto a todo humano respeto con la fortaleza de su espíritu reconcentrado, con la dignidad y noble libertad de hijo rescatado y elevado a una herencia imperecedera, debe enérgicamente desplegar sus labios, y pronunciar el non possumus de los Apóstoles. Si, amados hermanos, ante la inmensa é incontrastable fuerza moral de no podemos acceder, porque antes es Dios que los hombres, antes la eterna vida que la fugaz mundana, se han estrellado y estrellarán siempre las fuerzas más colosales de los poderes del siglo.
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