Fray Pedro Gual
Consta además de ellas, que entregando Cristo a S. Pedro y a sus sucesores las llaves del reino de los cielos, ó de la Iglesia; de hecho les instituyó Príncipes supremos de ella con la plenitud de la potestad de alar y desalar, esto es, de hacer leyes y modificarlas, de obligar a ellas a sus súbditos, de castigar a los transgresores, y de hacer cuanto juzgáren necesario para el bien y utilidad de la misma, según lo exigiesen las varias circunstancias de personas, lugares y tiempos; pues quien todo lo concede, nada exceptúa: quodcumque ligáveris, quodcumque sólveris. Y he aquí los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) reunidos en el Jefe de la Iglesia.
El equilibrio entre las dos potestades:
ó sea Los derechos de la Iglesia vindicados contra los ataques del Dr. D.F. de P.G. Vigil.
Por el Reverendo Fray Pedro Gual
Tomo 1
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