4 de diciembre
SAN PEDRO CRISÓLOGO,
Obispo y Doctor
Nosotros somos coadjutores de Dios;
vosotros sois el campo que Dios cultiva;
el edificio de Dios.
(1 Corintios, 3, 9).
San Pedro, apodado Crisólogo (de palabra de oro), nacido en Imola y arzobispo de Ravena, en aquel entonces residencia imperial, cultivó con valor infatigable la porción de la herencia del Señor que el soberano pontífice S.S. Sixto III, por orden del Apóstol San Pedro, que se le apareció, había confiado a su celo. Trató de extirpar en ella los vicios, los abusos y los restos de idolatría, y de hacer florecer la fe y las virtudes cristianas. Predicó con tanto ardor que muchas veces llegó hasta perder la voz. Él fue quien, hablando contra los desórdenes de las fiestas populares, pronunció esta frase que se ha hecho célebre: El que se divierte con Satanás no podrá gozarse con Cristo. Murió hacia el año 450.
ORACIÓN
Oh Dios, que habéis designado milagrosamente al ilustre pontífice Pedro Crisólogo para gobernar e instruir a vuestra Iglesia, haced, os lo rogamos, que después de haberlo tenido aquí en la tierra como doctor y guía, merezcamos tenerlo como intercesor en el cielo. Por J. C. N. S. Amén.
MEDITACIÓN - EL CRISTIANO SE PARECE
A UN CAMPO, A UNA VIÑA, A UN EDIFICIO
I. Somos un campo que Jesucristo ha cultivado, que ha regado con sus sudores, con sus lágrimas y con su sangre, y que el Espíritu Santo, con sus inspiraciones y el rocío celestial de la gracia, trata de hacerlo fértil. ¿Cómo respondemos nosotros a tantos cuidados? ¿qué frutos producimos? Dios espera que demos las rosas de la caridad, y el lirio de la pureza; ¡Y nuestra alma, como una tierra ingrata, sólo produce espinas para coronar a Jesucristo!
II. Nuestro Salvador compara a los justos con una viña. Almas justas, vosotras sois la viña del Señor; si se os hace llorar y gemir, señal es de que Jesucristo os destina a dar buenos frutos. En cuanto a vosotros, perversos, árboles infructuosos, crecéis a vuestro antojo y sin sufrir nunca; mas tiempo llegará en que seréis cortados y arrojados al fuego; la funesta prosperidad en la cual vivís, es el triste presagio de los males que os asaltarán al salir de esta vida. ¿Cuál es, entre los sabios, aquél a quien no cambia la prosperidad? ¿Cuál, cuyos vicios no se agrandan con la prosperidad? (Salviano).
III. Cada uno de nosotros debe construir un edificio espiritual con sus buenas acciones. La base de este edificio, es la fe; la esperanza, su sostén, Y la caridad, el coronamiento: porque la caridad es el coronamiento de toda virtud. ¡Ah! ¡levantamos soberbios palacios en el mundo, como si para siempre debiéramos permanecer en él, Y descuidamos nuestro edificio espiritual! ¡No estamos seguros del mañana, y edificamos como si debiésemos vivir eternamente! (San Jerónimo).
*Así es, mis amados hermanos en Cristo y María Santísima. La inmensa mayoría de las almas viven hoy en un lastimoso estado, descuidando por completo su salud espiritual, viviendo únicamente para este mundo material y pasajero, procurándose todo tipo de bienes y satisfacciones mundanas, rebajándose al nivel de los animales y cayendo incluso más bajo, hasta el punto que son consideradas por Nuestro Señor como almas muertas en vida (Lucas 9,60), pues lamentablemente no dejan entrar en ellas la Divina Palabra que tiene el poder de convertir en hijos de Dios por la Fe a quienes la escuchan y meditan en su corazón. (Juan 1,12). He ahí el gran drama que vivimos en directo, agravado por la presencia de la inmunda Ramera de Babilonia, secta herética y apóstata fundada por el mismo Anticristo, Montini-Pablo 666, cuya negra misión consiste en desviar y succionar a las pobres almas que reciben las inspiraciones y gracias divinas, arrastrándolas hacia el error y la mentira con falsas apariencias de piedad, Si a este terrible panorama le añadimos la insidiosa acción de los falsos cristos y falsos profetas de las sectas y el pseudo clero tradicionalista-sedevacantista, sectas engendradas por los excomulgados por cisma y herejía Marcel Lefebvre y Pierre Martin Ngô Dihn Thuc, quienes con su irresponsable y sacrílego comportamiento han constituido una auténtica legión de intrusos sin misión ni jurisdicción sobre absolutamente nadie, simples laicos disfrazados que son lobos con piel de cordero, individuos altivos e hipócritas que son utilizados por Satanás para acabar de confundir y perder a los pocos que logran, Dios Uno y Trino mediante, ver el gigantesco engaño de la Ramera del Anticristo y han salido de su peligroso radio de acción, pero que desgraciadamente vuelven a entrar en la Prostituta de Babilonia por la puerta de atrás, ya que las sectas lefebvristas y thucistas son tentáculos de la misma bestia. Por tanto, pidamos a San Pedro Crisólogo que nos libre de tantos peligros para el alma como existen hoy en este pobre mundo, cuya fecha de caducidad debe de estar ya muy cerca, pues si esta espantosa gran tribulación espiritual durase mucho más, no habría ni una sola alma que sobreviviera a esta catástrofe espiritual sin precedentes. Dios Uno y Trino y la Santísima Siempre Virgen María tengan mucha misericordia de nosotros y nos sigan bendiciendo abundantemente.
Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.
*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.
SAN PEDRO
CRISÓLOGO
Obispo y Doctor de la Iglesia.
n. 406 en Imola, Italia;
† 2 de diciembre del año 450 en Imola, Italia
Nosotros somos coadjutores de Dios; vosotros sois el campo que Dios cultiva; el edificio de Dios. (1 Corintios 3, 9)
+ San Pedro Crisólogo, Obispo de Ravena, Confesor y Doctor de la Iglesia, de quien se hace mención a 2 de este mes.
+ En Nicomedia, el triunfo de santa Bárbara, Virgen y Mártir, que en la persecución de Maximino, después de atormentada con dura prisión, abrasada con hachas, cercenados los pechos y de otros tormentos, consumó el martirio por la espada.
+ En Constantinopla, los santos Teófanes y Compañeros.
+ En el Ponto, san Melecio, Obispo y Confesor, el cual, descollando por la preeminencia de su saber, fue todavía más excelente por la virtud del alma y por la sinceridad de la vida.
+ En Bolonia, san Félix, Obispo, que había sido antes Diácono de Iglesia de Milán, en tiempo de san Ambrosio.
+ En Inglaterra, san Osmundo, Obispo y Confesor.
+ En Colonia, san Annón, Obispo.
+ En Mesopotamia, san Marutas, Obispo, que restauró las Iglesias de Dios destruidas en Persia por la persecución del Rey Isdegerdes, y esclarecido en muchos milagros, mereció ser venerado aun de sus enemigos.
+ En Parma, san Bernardo, Cardenal y Obispo de la misma ciudad, de la Orden de Valleumbrosa.
+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
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