Es, pues, herético sostener que San Pedro no era superior a los demás Apóstoles, como pretenden gran número de cismáticos y protestantes.
Es herético sostener que San Pedro no era superior a San Pablo, como llegaron a decir Marco Antonio de Dominis, Barcos y demás partidarios de la herejía de las dos cabezas.
Es herético pretender que San Pedro no era superior al Colegio apostólico, como dice la mayoría de los adversarios del primado.
Es herético atribuir a San Pedro el simple primado de honor entre los Apóstoles, como lo hicieron muchos griegos cismáticos y protestantes.
Es herético atribuirle solamente, junto con el primado de honor, el primado de orden ó de rango, como lo pretendieron algunos griegos cismáticos.
Si alguien dijere que el bienaventurado San Pedro no fué constituído por Jesucristo Señor nuestro príncipe de todos los Apóstoles y cabeza visible de toda la Iglesia militante, sea anatema (2)
(2) Si quis igitur dixerit beatum Petrum apostolum non esse à Christo Domino constitutum Apostolorum omnium principem et totius Ecclesiæ militantis visibile caput..., anathema sit,
Prima Const. de Ecclesia, cap. 1. Concilio Vaticano.
Fuente: La Ciudad anticristiana en el siglo XIX Tomo II Página 608 Paul Benoit Año 1888