VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

NO DEPENDIESE DE UN REINO EN LO TEMPORAL


Jacques-Bénigne Bossuet
(Discurso sobre la unidad de la Iglesia).
Un fragmento

Sabemos que los Pontifices romanos poseen también, tan legítimamente como otro cualquiera sobre la tierra, bienes, derechos y una soberanía (bonna jura aimperia); sabemos además, que estas posesiones, mientras están dedicadas a Dios, son sagradas, y que no se puede, sin cometer sacrilegio, invadirlas: la Sede apostólica posee la soberanía de la ciudad de Roma y de sus Estados, a fin de que pueda ejercer un poder espiritual en todo el universo, más libremente, en seguridad y en paz (liberior ac tutior). Felicitamos por ello, no solo a la Sede apostólica, sino también a toda la Iglesia universal, y deseamos con todo el ardor de nuestros votos que este principado sagrado permanezca, pues, sano y salvo, de todas maneras…Dios, que quería que esta Iglesia, la Madre común de todos los reinos, no dependiese en lo sucesivo de un reino en lo temporal, y que la Sede, en la que todo los fieles debían guardar la unidad, fuese colocada al fin sobre las parcialidades que los diversos intereses y los celos de Estado pudiesen producir, echó los fundamentos de este gran proyecto por mano de Pepino y de Carlomagno. Por una consecuencia feliz de su liberalidad, la Iglesia, independiente en su Jefe de todos los poderes temporales, se ve en estado de ejercer más libremente el bien común, y bajo la protección común de los Reyes cristianos, este poder celestial de gobernar las almas; y teniendo en la mano la balanza derecha, en medio de tantos imperios frecuentemente enemigos, mantiene la unidad en todo el cuerpo, ya por inflexibles decretos, ya por sabias modificaciones.




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