Discurso de la Unidad
"Era necesario que el gran Pablo, Pablo, venido del tercer cielo, fuese a verle; no a Santiago aunque fuere tan gran apóstol, "hermano del Señor", obispo de Jerusalén, llamado el Justo e igualmente respetado por los cristianos como por los judíos. No era a él a quien Pablo debía ir a ver, sino a Pedro; y verlo de propia realidad, como se va a ver una cosa maravillosa y digna de ser visitada. "Contemplario, estudiarlo, dice san Juan Crisóstomo y verlo como un ser más grande, aunque ya más anciano"-dijo el mismo Padre, y verlo, sin embargo, no para ser instruido, él, a quien Jesucristo instruyó por medio de una revelación tan expresiva, sino para dar a los siglos venideros la forma definitiva que él deseaba, de manera que, por sabio, por santo que fuese "otro Pablo", hubiese de ver a Pedro"
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San Pablo, después de su conversión fue a Jerusalén a prestar honor y obediencia al Papa, San Pedro, y a consultarle cómo debía gobernarse en la fundación de las iglesias.
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