VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

SANTOS TIMOTEO E HIPÓLITO, Mártires

22 de agosto del Año del Señor

Si no os volvéis y hacéis semejante a los niños,
no entraréis en el reino de los cielos.
(Mateo, 18, 3).


San Timoteo
fue martirizado en Roma, hacia el año 312, a causa de su celo en la predicación del Evangelio. Como rehusara sacrificar a los ídolos, fue desollado, untado con cal viva y, por fin, decapitado.



San Hipólito
floreció en tiempo del emperador Alejandro Severo. La santidad y ciencia de este Santo movieron al sumo Pontífice a nombrarle Obispo de Puerto Romano. El prefecto de Roma Ulpiano le hizo prender y arrojar en una profunda hoya llena de agua, donde murió el día 22 de Agosto de 229.


ORACIÓN

Dignaos, Señor, concedernos vuestro auxilio; y por la intercesión de vuestros bienaventurado mártires Timoteo e Hipólito, extended sobre nosotros la mano de vuestra misericordia. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE LA BREVEDAD
DE LA VIDA HUMANA

I. La vida del hombre pasa en un momento; los días, los meses, las estaciones, los años se suceden unos a otros con tanta rapidez. que a la hora de la muerte nos parecerá. que apenas hemos comenzado a vivir. ¿Dónde están los hermosos días de tu juventud? Han huido para no volver. ¡Ah! si hubieses empleado mejor el tiempo que te ha sido concedido, tendrías derecho ahora a brillante recompensa.

II. No solamente es corta la vida, sino que está llena de miserias; ningún día hermoso sin nubes, ninguna alegría sin mezcla de amargura. ¡Ah! ¡si los placeres de esta vida son amargos, qué no serán sus dolores, sus gemidos y sus lágrimas! La vida es dulce para los insensatos, amarga para los sabios. Oh vida humana, quien te ama no te conoce; los que te menosprecian, ésos son los que te comprenden. (San Gregorio).

III. No te preocupes, pues, por vivir mucho tiempo. Si vives mal, tu vida no será sino demasiado larga; si quieres santificarte, tendrás tiempo para hacerlo, aunque sea pequeño el número de años. Piensa realmente en emplearlos para el cielo, porque aun la vida de los patriarcas, comparada con la eternidad, no fue sino un punto imperceptible. Pasa, pues, útilmente este breve momento sobre la tierra, y no olvides que de la pérdida del tiempo depende la pérdida de una felicidad sin fin. La vida es larga para quien sepa aprovecharla. (Séneca).

*Así es, queridos hermanos, los días de nuestra vida pasan veloces y no volverán, pues del pasado nadie se acuerda. De ahí la TREMENDA importancia para santificar el tiempo que se nos ha dado para obrar nuestra salvación con temor y temblor. (Filipenses 2,12). Para los cristianos, esta vida es como un examen u oposición muy importante que debemos aprobar sí o sí, porque del resultado de nuestro desempeño en esta prueba decisiva dependerá nuestra suerte eterna. Otra imagen que nos puede ayudar también a comprender cuál debe ser nuestra actitud en esta vida mortal que Dios nos ha dado es la de ver nuestra peregrinación en este valle de lágrimas como un combate constante contra el mundo, el demonio y la carne, pues milicia es la vida del hombre sobre la tierra (Job 7,1), así que no puede haber ninguna complacencia entre nosotros y el mundo, que a tantos tiene engañados con los falsos placeres materiales y carnales. Nuestro Señor ya nos advirtió en la providencial parábola del sembrador que seremos juzgados por la acogida o el rechazo que habremos hecho de la Palabra de Dios, que es la buena semilla sembrada de lo alto por el Espíritu Santo Paráclito Consolador, así que debemos tener mucho cuidado con las preocupaciones mundanas tales como la familia, el trabajo o los bienes materiales, no vaya a ser que esas cosas secundarias ahoguen la semilla sagrada y dejemos de ser tierra buena para producir el buen fruto que Dios espera de nosotros. Por tanto, aprovechemos el momento, pero al modo cristiano, no como los pobres paganos que no saben para qué viven y únicamente buscan la satisfacción de su propio ego mediante la avaricia y los placeres mundanos. No pasemos ni un sólo día sin hacer oración, pues la oración es como la respiración del alma, y por ella nos comunicamos íntimamente con Dios y con Su Madre Santísima la Virgen María, cuya festividad de su Inmaculado Corazón celebramos hoy también. Desarrollemos igualmente el santo hábito de leer la Sagrada Escritura cada día, aunque sea un capítulo, pues la Palabra de Dios es fuente de vida verdadera para el espíritu. Que la Santísima Virgen y los Santos Mártires que celebramos hoy nos hagan muy devotos del recogimiento y el pensamiento frecuente de Dios, para que seamos como nuestros ángeles de la guarda, que ven constantemente el santo rostro de Dios.

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo III, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


22 de Agosto del Año del Señor.
FIESTA DEL CORAZÓN INMACULADO
DE LA BIENAVENTURADA SIEMPRE VIRGEN MARÍA.

+ En Roma, en la vía Ostiense, el triunfo de san Timoteo, Mártir, el cual, detenido por Tarquino, Prefecto de la Ciudad, y maltratado en larga prisión, como no quisiese sacrificar a los ídolos, por tres veces azotado y atormentado con gravísimos suplicios, fue por fin degollado.
+ En el Puerto Romano, san Hipólito, Obispo, muy esclarecido por su saber, el cual, en tiempo del Emperador Alejandro, por su admirable confesión de la fe, atado de pies y manos y precipitado en una profunda hoya llena de agua, consiguió la palma del martirio. Su cuerpo fue sepultado por los Cristianos junto al mismo lugar.
+ En Autún, san Sinforiano, Mártir, el cual, en tiempo del Emperador Aureliano, no queriendo sacrificar a los ídolos, fue primeramente azotado, después encerrado en una cárcel, y por último, cortada la cabeza, consumó el martirio.
+ En Todi de la Umbría, el tránsito de san Felipe Benicio, Confesor, Florentino, que fue propagador de la Orden de Siervos de la bienaventurada Virgen María, y varón de eximia humildad, y por el Sumo Pontífice Clemente X puesto en el número de los Santos. Su fiesta se celebra el día siguiente.
+ En Roma, san Antonino, Mártir, el cual, confesando libremente que era Cristiano, de orden del Juez Vitelio fue sentenciado a pena capital y enterrado en la vía Aurelia por el Presbítero Rufino.
+ En Tarso de Cilicia, la conmemoración de los santos Atanasio, Obispo y Mártir, Antusa, noble señora, a quien él había bautizado,y dos siervos de ésta, Carisio y Neófito, Mártires; los cuales padecieron en tiempo del Emperador Valeriano.
+ En el Puerto Romano, los santos Mártires Marcial, Saturnino, Epicteto, Mapril y Félix, con sus Compañeros.
+ En Nicomedia, el martirio de los santos Agatónico, Zótico y Compañeros Mártires, imperando Maximiano y siendo Presidente Eutolmio.
+ En Reims de Francia, los santos Mártires Mauro y sus Compañeros.
+ En España, los santos Mártires Fabriciano y Filiberto.
+ En Pavía, san Guniforte, Mártir.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.