VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

DIOS HACE DEPENDER NUESTRA SALVACIÓN DE LA ORACIÓN


«Un día me llamaste la atención: “Ana, si no rezas más, te perderás”. Realmente, yo rezaba muy poco, y ese poco siempre a disgusto, de mala voluntad. SIN DUDA TENÍAS RAZÓN. Los que arden en el infierno o no rezaron, o rezaron poco. LA ORACIÓN ES EL PRIMER PASO PARA LLEGAR A DIOS. ES EL PASO DECISIVO. Especialmente la oración a Aquella que es la MADRE DE CRISTO, cuyo nombre no nos es lícito pronunciar. La devoción a Ella arranca innumerables almas al demonio, almas a las que sus pecados las habrían lanzado infaliblemente en sus manos. Furiosa continúo, porque estoy obligada a hacerlo, aunque no aguanto más de tanta rabia. Rezar es lo más fácil que se puede hacer en la tierra. Y justamente de esto, que es facilísimo, DIOS HACE DEPENDER NUESTRA SALVACIÓN. Al que reza con perseverancia, paulatinamente Dios le da tanta luz, y lo fortalece de tal modo, que hasta el más empedernido pecador puede recuperarse, aunque se encuentre hundido en un pantano hasta el cuello. Durante los últimos años de mi vida ya no rezaba más, privándome así de las gracias, SIN LAS QUE NADIE SE PUEDE SALVAR.»

BRIEF AUS DEM JENSEITS, 
IMPRIMATUR del original alemán, 
Treves, 9-XI-1953. N.4/53, 
testimonio de un alma condenada, respecto de lo que le acarreó al infierno.

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