LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
(Aloysius Bellecius SJ, Madrid, 1867).
EXAMEN sobre los obstáculos á la indiferencia.
Como lo hemos advertido ya al principio de la precedente consideracion , desea S. Ignacio que el dia de hoy nos ocupemos únicamente del ejercicio, que llama el fundamento , y de la indiferencia que es su resultado necesario . Conformándonos con sus intenciones , continuaremos esta materia en el presente exámen , y en él inquiriremos los principales obstáculos de la indiferencia , a fin de trabajar en su destruccion , y de facilitar la adquisicion de esta virtud celestial.
El momento conveniente para este examen sería un tiempo libre , ó el último cuarto de hora de la consideracion ó de la lectura espiritual ; y no deberia hacerse en tiempo alguno destinado á los otros ejercicios del dia . Esta observacion debe aplicarse tambien á los exámenes de los dias siguientes.
Interroguemos á nuestra conciencia :
1.º ¿ De qué objeto criado , de qué afecto desordenado nos hallamos más preocupados ? ¿ Cuál es la dificultad que más nos espanta y nos detiene en el camino de la santidad ? ¿ Cuál es el obstáculo que nos impide servir a Dios de la manera que nos exige ; abrazar el estado de vida a que nos llama , ó si este estado lo tenemos ya escogido , elevarnos en él al grado de perfeccion , a que una voz interior nos impele a dirigirnos ?
2.º ¿ Cuál es la poderosa razon que nos aparta de la celestial y saludable indiferencia , que S. Ignacio nos recomienda tan instantemente ? ¿ Es la concupiscencia de la carne , ó la concupiscencia de los ojos , ó la soberbia de la vida ; ó en otros términos , el deseo de los honores , la sed de los placeres , la necesidad de procurarnos todo lo que es cómodo y aun superfluo ? ¿Es la aversión del trabajo , el temor de las penas y de los desprecios, que será preciso padecer ? ¿Hemos estimado la indiferencia en su justo valor ? ¿Hemos llegado a comprender su necesidad ? ¿ Experimentamos un deseo ardiente de adquirirla ?
3.º ¿ A qué lugar , a qué oficio , nos inspiran deseo ó repugnancia nuestra soberbia , nuestra sensualidad ó el amor de los honores y de las satisfacciones? ¿ No rehusamos ó no solicitamos tal residencia ó tal ministerio , bajo el especioso pretexto de conservar ó de recobrar nuestra salud ? ¿Por temor acaso de abreviar nuestra vida , no nos excusamos con vanos pretextos de soportar tales ó cuales trabajos por la salvación de las almas , o de encontrarnos en tales ó cuales ocasiones de procurar la gloria de Dios ?
4.º ¿ Estamos dispuestos á aceptar ó rehusar, á hacer ó padecer, sea lo que fuere , segun la voluntad que se digne Dios manifestarnos en estos dias ? ¿No nos encontramos , al contrario , determinados á fijar los límites de la gracia , más allá de los cuales no quisiéramos ir, ni recibir sus luces para no tener que obedecer á sus divinos movimientos , y avanzar en la virtud ? ¿ Conservamos las disposiciones que hemos debido traer á los Ejercicios , y que tenemos explicadas en la introduccion ?
Si hallamos difícil todo eso que se nos pide , acordémonos que hemos sido criados por Dios y para Dios , y que debemos servirle de la manera que á Él le place . ¿ Y quiénes somos nosotros para apartarnos de la única regla del bien , y para retardar el cumplimiento de lo que la soberana Majestad nos manda hacer ?
Continuará...