Pero Cristo nuestro Señor no determinó la forma en que había de designarse cada uno de los sucesores de Pedro, sino que esta forma
la dejó a la prudencia de su Iglesia, a la cual,
como sociedad perfecta y principalmente
la dejó a la prudencia de su Iglesia, a la cual,
como sociedad perfecta y principalmente
a su cabeza el Papa, le compete, por derecho divino,
determinar, según las circunstancias lo pidan, la forma de tal elección o determinación, sin que en ello puedan inmiscuirse personas legas
ni autoridad ninguna secular.
ni autoridad ninguna secular.
P. Juan Bautista Ferreres S.J.
Instituciones Canónicas
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LOS INTRUSOS JANSENISTAS THUCISTAS SEDEVACANTISTAS CONCLAVISTAS
CREEN TENER ESE DERECHO DIVINO.
A lo que S.S.Pío XII les responde:
"Ipsum Suprema Nostra auctoritate
nullum et irritum declaramus"
nullum et irritum declaramus"
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