No se trata aquí de una cuestión de disciplina,
sino de un artículo de fe.
Collection Ecclésiastique; Ou Recueil Complet ... Dirigée Par M. l'abbé Barruel, auteur du journal ecclésiastique.
Tome Premier, Troisieme Partie ; Constitution. Serment · Tomo 3 Página 441-442
La misión es, pues, necesaria; éste es un principio de fe. El Concilio de Trento lo decidió formalmente. "Si quis dixerit eos qui nec ab ecclesiastica et canonica potestate ritè ordinati, nec missi sunt, sed aliundè veniunt, legitimos esse verbi ac sacramentorum ministros, anathema sit. " Con. Trid, Sess. 23, Can. 7. Nada podría ser más formal; y no se trata aquí de una cuestión de disciplina, sino de un artículo de fe. Cuando el Concilio manda y ordena, es un canon de disciplina; pero cuando prohíbe decir y enseñar, si quis dixerit, es un punto doctrinal, es una verdad de fe que pro pone, porque sólo se prohíbe decir y enseñar porque se prohíbe creer.
Por tanto, es una cuestión de fe que la misión es necesaria, y esta misión se distingue del carácter episcopal. El Concilio de Trento, que acabamos de citar, no deja ninguna duda a este respecto. Para ser considerado verdadero y legítimo pastor, según el santo Concilio, no basta con ser ordenado, sino que también hay que ser enviado, nec missi sunt. Vemos que en los mismos apóstoles se distinguía la misión, separada del carácter episcopal.