Así veis elevarse una sólida columna en las orillas de un gran río;
cada ola choca contra su base y se rompe;
cada ola lanza a su vez su espuma,
y cada ola se pierde bajo la violencia misma de sus esfuerzos.
Así se levanta, en medio del mundo,
la columna inmortal del púlpito supremo;
cada error ruge a sus pies y vuelve a caer en el olvido;
cada sistema choca con esta piedra colocada por la mano de Dios,
y cada sistema se hace añicos.
El monumento milenario ni siquiera se sacude.
Permanece en su base, inmóvil,
portando todavía el faro divino que ilumina en los cielos
y alumbra a la humanidad aquí abajo.
“Durante el tiempo de la vacante, la Iglesia permanece firmemente establecida, que es fruto del ejercicio del primado. [...] Durante el tiempo del asiento vacante, la Iglesia y su unidad permanecen firmemente en su lugar con el ejercicio preexistente del primado, así como la ley y providencia actual de Cristo, que prohíbe la transformación de la monarquía en gobierno colegiado o la disolución de la una Iglesia en varias autocéfalias. [...] Extraída de la influencia dinámica del papado, más pronto que tarde se convierte fatalmente en desintegración y división, ya sea en el protestantismo quebrado o en la desintegración del autocefalismo nacional en el orientalismo.”
DE ECCLESIA CHRISTI
TIMOTHEUS ZAPELENA SJ
Página 336
https://archive.org/details/deecclesiachrist0001zape/page/336/mode/2up?view=theater
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nullum et irritum declaramus"
Vacantis Apostolicae Sedis