S.S. Clemente XIV
Con esta hermandad de ánimos se acreditará especialmente aquella unidad en que estáis con Nos consolidados. Porque uno solo es el edificio de la Iglesia, cuyo cimiento puso San Pedro en esta Sede; pues aunque se juntaron muchas piedras para construirlo, sobre una se afianza, y estriban todas. Uno es el Cuerpo de la Iglesia, y su Cabeza es Cristo, en quien todos estamos incorporados. Nos, que somos su Vicario, estamos por su dignación en mayor altura presidiendo á los restantes: mas vosotros unidos con Nos, como Cabeza visible que somos de la Iglesia, sois los miembros principales del mismo Cuerpo. Y así, ¿qué puede acaecer á cualquiera de nosotros, que no alcance á todos, y á cada uno? Por lo que como nada habrá que exija vuestra particular vigilancia sin que tambien deba referirse á Nos, y ser objeto de nuestros cuidados, de la misma suerte habéis de juzgar que os importa mucho cuanto pertenezca á Nos, y necesite de nuestra atención, y diligencia. Por tanto, conspirando todos en una voluntad, animados de aquel mismo espíritu que desciende de nuestra cabeza mística, y difundiendose por todos los miembros les dá vida: debemos trabajar intensamente, con es pecialidad para que el cuerpo de la Iglesia se mantenga integro, ileso, torso, y puro, instruido...