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Luis I el Piadoso
Murió el Papa Estéfano, con sólo siete meses de Pontificado y sucedióle en la Silla papal el I y el que primero sacudió la cerviz de la opresión tiránica de los emperadores, sin cuya autoridad nadie podía ser electo ni confirmado en Pontífice.
De hecho, pues, y no contra derecho, tomó Pascual el timón de la Suprema Barca. Interpusieron sus quejas los embajadores del Emperador, alegando sus pretextos de ser la elección nula a menos que el Emperador no la aprobase.
Satisfizo el Pontífice que príncipes tiranos y ambiciosos se habían entrometido en lo que no les tocaba, y que si sus antecesores lo habían consentido, era por más no poder, disimulado con aquella pensión por cerrar la puerta a mayores desacatos, pero que reinando príncipes tan católicos como Luis, que tienen y reverencian por Madre a la Iglesia romana, no había necesidad de esperar ceremonias intrusas y mal atentas.
Cuadróle tanto al cristianísimo Emperador la satisfacción y respuesta del Papa Pascual, que no sólo se dió por satisfecho, sino que en pública forma renunció por sí y por todos sus sucesores, cualquier derecho o respeto que se hubiese acostumbrado a tener con los príncipes en las elecciones papales. Hízose de esta renuncia un Derecho canónico que está en el cuerpo del Derecho. Blasón harto famoso de este heroico Príncipe."
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