S.S. San Nicolás I
Carta "Principatum Itaque
(al emperador Miguel)
(al emperador Miguel)
Para la integridad de su observancia (de la tradición), como sabéis, muchas veces se reunieron asambleas de santos Padres, por los cuales quedó decidido y observado que sin el consentimiento de la Sede Romana y del Romano Pontífice no se puede poner fin a ninguna deliberación que se levante.
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En los graves negocios que tuvo que resolver por medio de sus Cartas siempre aparece alerta en defender la fe y disciplina tradicionales. Por lo que toca a los derechos de la Iglesia Romana, sobresalen las dirigidas al emperador Miguel, a Focio, al clero de Bizancio, etcétera: soberanía de la Sede Romana sobre los sínodos; la primera Sede no está sometida al juicio de nadie; sus fallos son inapelables, etc.-
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