(1248-1298)
Claro está que ni el Papa ni la sede Romana puede errar pertinazmente en la fe, por lo menos con error universal y docente. Porque la Iglesia universal no puede errar, y así, por consiguiente, ni puede adherirse verazmente a una cabeza errónea y falsa o apoyarse en ella; y el Papa que errara de esa suerte con error universal sería cabeza errónea y no sólo una persona particular y privada que se equivocara: IMPOSIBLE QUE UN PAPA QUE ASÍ ERRARA FUERA VERDADERO PAPA Y VERDADERA CABEZA DE LA IGLESIA.
Maestro Agregado a la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Prefecto de Estudios y Profesor de Teología Fundamental en el Colegio Máximo de Marneffe (Bélgica)
Texto: Las Quaestiones in II librum Sententiarum, descubiertas por el Cardenal EHRLE, fueron editadas por B. JANSEN, Quaracchi, 1922-1926. El Tratado De la perfección, de donde tomamos un fragmento, en Card. EHRLE: Petrus Johannis Olivi, sein Leben und seine Schriften (Archiv für Literatur-und Kirchengeschichte des Mittelalters III, 1887, 409-552)
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