CLEMENTE VIII (1592-1605)
HIPÓLITO ALDOBRANDINI
Nació en Florencia, y pertenecía a la noble familia de los Aldobrandini.
El cónclave que le eligió duró veinte días, y en él había logrado el predominio el partido anti-español. Clemente fue elegido el 30 de enero de 1592, a los cincuenta y seis años.
Su principal propósito fue el de mantener la superioridad de la Iglesia en las luchas político-religiosas de su tiempo.
Tuvo que proceder con mucha paciencia y habilidad para no dejarse dominar por los españoles, y a la vez, impedir que se le impusieran los franceses.
La cuestión de la sucesión al trono de Francia era viva y candente, y galicanos y hugonotes intentaban arrastrar a Francia a un cisma. Enrique IV decidió abjurar el protestantismo, y dio cuenta al papa de su decisión. Clemente, después de muchas reflexiones y por consejo de los cardenales, aprobó la abjuración, absolvió de la excomunión a Enrique IV (1595) y le reconoció como legitimo soberano. En todo eso influyó grandemente el consejo y obra de San Felipe Neri. La conversión de Enrique fue sincera; mas, con el fin de devolver la paz al reino, decretó el famoso Edicto de Nantes (30 de abril de 1598) que favorecía a los hugonotes. Esto disgustó a Clemente, pero las explicaciones dadas y sobre todo la solicitud de Enrique para hacer florecer nuevamente el culto católico en Francia, allanaron toda dificultad. Contribuyó a la conclusión del tratado de Vervins (1598) entre Felipe II y el rey de Francia; asimismo puso paz entre Enrique y Manuel I de Saboya con el tratado de Lyon (1601). Por medio de inteligentes negociaciones, realizadas por su sobrino el cardenal Pedro Aldobrandini, logró recuperar la ciudad de Ferrara con todas sus pertenencias.
Hubo una importante cuestión sobre un libro del padre Luis Molina relativo a la gracia y al libre albedrío, cuyas teorías fueron combatidas por muchos teólogos; Clemente, después de haber examinado atentamente la cuestión, decidió que se debían tolerar ambos juicios, prohibiendo a las dos partes tachar a la opuesta de herejía.
Proyectó secretamente con Enrique IV una alianza de todos los príncipes cristianos contra los turcos. Abrió el jubileo de 1600, atendiendo personalmente a los preparativos. Amigo de las ciencias y de las letras, se rodeó de los más grandes sabios de su tiempo. Protegió y favoreció a Tasso, y decretó su coronación en el Capitolio; pero el poeta murió en la víspera del día señalado para la solemnidad.
Durante su reinado fue condenado el fraile hereje y apóstata Giordano Bruno.
Embelleció a Roma y el Vaticano.
Murió de gota, el 3 de marzo de 1605.
Aunque es verdad que protegió a sus parientes, no permitió en cambio que tomasen parte en el gobierno, excepto el cardenal Pedro, que se mostró digno de su confianza.
El protestante Herzog, dice de él: "fue modesto, inteligente, activo, de bondadoso carácter y digno del pontificado".
Su caridad hacia los desgraciados fue inagotable; todos los días quería que hubiese pobres a la mesa de su palacio, y les hacía servir lo mejor que había en casa.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945