SIXTO IV (1471-1484)
FRANCISCO DELLA ROVERE
Hijo de una modesta familia, nació en Celle, cerca de Savona, el 22 de julio de 1414. Después de tomar el hábito franciscano se doctoró en Padua, y luego profesó en Bolonia, Pavía y Florencia, subiendo rápidamente a los más altos grados de la jerarquía eclesiástica, hasta que fué elegido papa el 9 de agosto de 1471, con el nombre de Sixto IV.
Es éste el primero de los llamados papas políticos, denominados así porque estuvieron muy ligados y mezclados con los acontecimientos de Italia. Y en verdad que desde el comienzo de su pontificado trató de estar en buenas relaciones con todos los príncipes; por desgracia, los cambios políticos, tan frecuentes en aquel tiempo, las rompieron o entibiaron muy pronto. La política temporal de Sixto IV surtió raramente buenos efectos y, en cambio, le procuró pesares y desengaños.
Reemprendió con ardor la Cruzada proyectada por Pío II; pero encontró muchos obstáculos, y no la pudo realizar. Más cuando los turcos tomaron Otranto, consiguió que los príncipes se coaligasen para expulsarlos.
Estableció la Inquisición en España, a instancias de Fernando el Católico y de Isabel de Castilla. Para impedir que los motivos religiosos no fuesen pretextos de venganzas políticas, por un decreto del 2 de agosto de 1483 estableció: "que la sentencia de apelación a Roma fuese válida también en España; que los que fuesen absueltos una vez no pudiesen ser molestados más; que los arrepentidos no fuesen privados de sus haberes; recomendando a los gobernantes y a los jueces moderación en los juicios y misericordia con los que se corrigieran".
Celebró con gran pompa el Año Santo (1475), en cuya ocasión renovó la fisonomía arquitectónica de la ciudad. Erigió Aviñón en metrópoli eclesiástica, y nombró primer obispo de ella a su pariente Julián Della Rovere. Enriqueció la Biblioteca Vaticana, que desde entonces adquirió gran importancia; hizo construir acueducto para Roma y tuvo fama de mecenas de artistas y literatos. Fué devotísimo de la Virgen, y defensor de la Inmaculada Concepción, a la que dedicó una Capilla en el Vaticano; canonizó a San Buenaventura y aprobó la orden de los Mínimos de San Francisco de Paula.
Dejó de existir el 13 de agosto de 1484, dejando bastantes obras en lengua latina sobre temas religiosos.
Desdichadamente, no estuvo inmune del nepotismo, y no todos sus parientes agraciados por él con dignidades eclesiásticas y poderes civiles se mostraron dignos de ellos, llevando a la corte romana costumbres mundanas, disipando las riquezas de la Iglesia en el lujo de fiestas ruidosas, y suscitando, con sus manejos políticos, graves tropiezos a la acción de Sixto IV.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
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