Abbé Nicolas-Sylvestre Bergier
DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO DE TEOLOGÍA
&
San Agustín
DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO DE TEOLOGÍA
&
San Agustín
No negamos que habrá muchos hombres nacidos en la herejía, que por sus pocas luces estarán en una ignorancia in vencible, y por consiguiente son excusables delante de Dios: por confesión de todos los teólogos sensatos, estos ignorantes no deben colocarse en la línea de los herejes.
Tal es la doctrina expresa de San Agustín,
- Epist. 43 ad glorium et allios, núm. 1.0, cuyas palabras son las siguientes:
"San Pablo dijo: evitad un hereje, después de haberle reprendido una o dos veces, sabiendo que semejante hombre es perverso, que peca, y que es condenado por su propio juicio. En cuanto a los que defienden una opinión falsa y mala sin ninguna terquedad, singularmente si no la inventaron con una presunción osada, que la recibieron de sus padres seducidos y caídos en el error, y si buscan con ansia la verdad y están prontos a corregirse, si la encuentran, no se deben enumerar entre los herejes". - Lib. 1. de Baptism. cont. Donat,, cap. 4, núm. 5, dice:
"Los que caen en poder de los hereges sin saberlo y creyendo que es la de ellos la Iglesia de Jesucristo, están en distinto caso de los que saben que la Iglesia Católica es la que se estiende por todo el mundo". - En el lib. 4, cap. 1.0, núm. 1., dice:
"La Iglesia de Jesucristo por medio de la potestad de su esposo puede tener hijos entre sus esclavos: sino se embanecen, tendrán parte en la herencia; pero quedarán fuera si son orgullosos". - Y en el cap. 16, núm. 23, dice:
"supongamos que un hombre esté en el error de Fotino respecto a Jesucristo, creyendo que esta es la fe católica: yo no le puedo llamar hereje, sino que después de instruido quiera mas resistirse a la fe católica que renunciar la opinión que había abrazado". - Y en el libro de Unitate Eccles., cap. 25, núm. 73,. hablando de muchos Obispos, Clérigos, y legos Donátistas convertidos, dice:
"Renunciando su partido, volvieron a la paz católica, y antes de hacerlo, eran ya parte del buen grano: por entonces combatían, no contra la Iglesia de Dios, que produce el fruto en todas partes, sino contra los hombres de quienes por seducción habían formado mal concepto."