La jerarquía y la monarquía eclesiástica.
(cap.11). La cohesión de todo el cuerpo realiza una sola salud, una sola belleza; y esta cohesión de todo el cuerpo pide, ciertamente la unanimidad, pero exige particularmente la concordia de los sacerdotes. Siendo aún común a ellos la dignidad, en cambio no es genérica su posición; en efecto, entre los beatísimos apóstoles en la conformidad de honor hubo una cierta diferencia de potestad; y si bien la elección fue común a todos, solamente a UNO fue concedido tener la preeminencia por encima de los demás. De está situación nació también la diferenciación para los obispos y con importante regulación se proveyó que no todos se lo adjudicaran todo, sino que en cada provincia hubiera aquellos cuyo juicio entre los hermanos fuera considerado primario y que recíprocamente algunos CONSTITUIDOS en las ciudades mayores asumieran una responsabilidad más vasta y a través de éstos CONFLUYERA EL CUIDADO DE LA IGLESIA UNIVERSAL A LA ÚNICA SEDE DE PEDRO Y NADA EN NINGUNA PARTE ESTUVIERA EN DISCONFORMIDAD CON SU CABEZA ( Mt 16,18-19).
Pontífice San León Magno
Carta " Quanta fraternitati" al obispo Anastasio de Tesalia, año 446
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