SAN MARCELO I (307-309)
Después de una vacante de cerca de cuatro años sucedió al Papa Marcelino el Papa Marcelo, que fue severísimo contra los cristianos que habían sido culpables de debilidad o de idolatría durante la persecución.
Majencio lo hizo encarcelar, amenazándole de muerte en el supuesto de que no renunciase a su dignidad y no adorase a los ídolos. Como resistiera con admirable constancia, el Pontífice fue condenado a servir en la cuadra imperial. Continuó trabajando por la difusión de su fe, y sus fieles le libertaron. Apresado nuevamente murió entre horribles sufrimientos.
SAN EUSEBIO (309-310)
La historia de este Papa permaneció durante mucho tiempo en la obscuridad; solamente se pudo obtener algún dato cuando De Rossi descubrió en el cementerio de San Calixto el epitafio que compuso el Papa San Dámaso en su honor.
San Eusebio combatió a los rigoristas que no querían admitir a la penitencia a los fieles culpables de haberse mostrado débiles durante las persecuciones.
Desterrado por Majencio, murió en Sicilia y se le cuenta entre los mártires.
Fue sepultado en el cementerio de San Calixto.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945